Javier González de Lara, presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía

"El coronavirus ha venido como un misil a la línea de flotación de la economía de Málaga"

  • Recuerda que el sector servicios representa el 73% del PIB de la provincia

  • Reclama al Gobierno una línea de avales públicos para facilitar el crédito a las empresas afectadas y que suspenda la obligación de pago de las cotizaciones

Javier González de Lara.

Javier González de Lara. / Javier Albiñana (Málaga)

¿Cómo afronta el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) una situación como la generada por el coronavirus?

El decreto del estado de alarma nos cambia a todos el hábito de comportamiento, no así la intensidad del trabajo. Llevamos unos días absolutamente intensos. Lo ocurrido nos ha cambiado la vida, para otra situación, para ser más responsables y tomar conciencia de que hay un problema muy grave sanitario, que va a tener unos efectos económicos muy importantes y que todos tenemos que estar preparados. Lo que quiero como presidente de los empresarios, de 200.000 afiliados, más los que no lo estuvieran, más 800 organizaciones, es estar a la altura, darles respuesta, poder informarles y para eso lo de menos es la situación personal de uno. En este momento lo que hay que pensar es en cómo ser útil a los demás.

¿Imaginaba que algo como lo que está sucediendo llegase a ocurrir?

No, en absoluto. Todo lo que ahora se dice de predicciones, de previsiones y profecías no deja de ser fantasía pura y valoraciones conspirativas. Este es un problema de trazabilidad alimentaria producido en China y ha mutado el virus, pasando a la cadena humana. Ya se analizarán las razones cuando pasen meses, más pronto que tarde se sabrá todo. Tiene mucho que ver la higiene, la trazabilidad alimentaria de la que nosotros gozamos en los países desarrollados. Cuando surgió el brote de listeriosis en agosto en Andalucía a las 24 horas se sabía dónde estaba, los lotes, los productos afectados. Cuando te encuentras con que la globalización es la causante, no la culpable, de este tipo de situaciones ves que somos más vulnerables como consecuencia de que el mundo está interconectado y de que hay miles de personas que viajan, que vuelan y que sin ser conscientes pueden portar algún tipo de virus. El que diga que esto se podría prever no deja de ser una magnifica fantasía para escribir una novela.

Desde que el Gobierno decretó el estado de alerta apenas pasan unos días, aunque las advertencias se pusieron sobre la mesa a finales de la pasada semana. ¿Cree que se llega tarde?

No es momento de valorar si las decisiones son acertadas o no. Cuando tienes una inundación en tu casa, por poner un ejemplo, no te planteas si le vas a pedir responsabilidades al vecino o no, sino de cortar la vía de agua, de evitar que vaya a más. Y después ya veremos. Este es un problema que no trae manual de instrucciones y el que diga que se podía prever… Hay que hacer exhaustivo caso a los profesionales sanitarios que están aconsejando y creo que la ciudadanía, en general, está respondiendo con responsabilidad y sentido común. Es un problema único que se da en la humanidad, por el tipo de virus. No por ser una pandemia que hemos tenido muchas. Somos víctimas de nuestra propia inmediatez, de nuestra ansiedad porque las cosas se resuelvan de inmediato. Quizás es el mal que tenemos. Recuerdo de niño haberme vacunado de cólera en Málaga, lo he vivido y la gente era obediente, tenía paciencia. Aquí queremos en 48 horas tener respuesta y eso requiere tiempo, los sanitarios requieren tiempo… Tenemos que pensar en los colectivos más vulnerables, son el bien a proteger. ¿Si se podía haber actuado antes? Posiblemente. Pero todos tendríamos ese manual que no tenemos y que muchos países están empezando a escribir. Lo que importa son las medidas que se están adoptando. 

"Recuerdo de niño haberme vacunado de cólera en Málaga, la gente era obediente, tenía paciencia; aquí queremos en 48 horas tener respuesta"

¿Cómo está respondiendo a día de hoy el sector empresarial andaluz y de manera particular al malagueño?

Con enorme serenidad pero a la vez con enorme inquietud. Hay mucha preocupación. Hay sectores, yo creo que a todos, pero hay algunos especialmente sensibles. Sobre todo en la provincia de Málaga, donde tenemos un sector servicios que es el 73% de PIB. El problema ha venido a la línea de flotación, como un misil; el daño al turismo, a la hostelería, al ocio, al comercio minorista está siendo brutal. En este sentido, dentro de la serenidad hay preocupación sobre las medidas que se deban adoptar y tratar de recuperar la normalidad lo antes posible. Ésa es la principal preocupación del empresario que se ha visto obligado a cerrar. Son muchas preguntas. Nosotros desde la CEA y la CEM estamos intentando transmitir toda la información posible. El decreto de alarma no especifica toda la casuística. Hay muchas preguntas sobre si va a haber ayudas, y cuándo. Esperamos que el consejo de ministros adopte una serie de decisiones que sean favorables a sostener el tejido empresarial, que es vulnerable. Esperamos y deseamos que el Gobierno esté a la altura de las circunstancias. 

¿Tiene conocimiento de que se estén produciendo ya despidos? 

No hay un interés de despedir, lo que estamos los empresarios es esperando que el Gobierno adopte cuanto antes medidas extraordinarias para abordar la problemática laboral. La semana pasada, los empresarios y los sindicatos suscribimos un acuerdo en materia de flexibilizar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTTE). Estamos poniendo de nuestra parte y esperamos que el Gobierno también lo haga. Hay que instar al Gobierno a que por medio de un decreto adopte medidas de carácter temporal excepcional en materia de flexibilizar y simplificar los procedimientos y los plazos de la resolución de los ERTEs, porque siempre será mejor un ERTE que un ERE. Lo que quiere el empresariado es una regulación temporal y no un despido. Hay mentes demasiado imaginativas que creen que el empresario lo que quiere es aprovechar la situación. Eso demuestra falta de madurez y una imaginación perversa. El empresario, a mitad de marzo, con una temporada turística que está muy próxima, con un sector industrial activado… ¿cómo puede tener en mente despedir trabajadores? Lo que quiere es consolidar su posición en el mercado. Esto es una contrariedad monumental. Todos podemos calibrar lo que significa para la Costa del Sol, para la industria turística que no haya desfiles procesionales, que no haya Feria de Abril. Todo esto no es voluntad de las empresas, son acontecimientos forzados. El Gobierno tiene que resolver cuanto antes toda esta problemática en materia laboral y la incertidumbre que existe. Porque el hotelero que ve que se le marchan los últimos visitantes y tiene que cerrar con decenas de trabajadores lo que quiere son respuestas. Hay que responder cuanto antes.

Hemos conocido la existencia de los primeros expedientes de regulación de empleo temporal. En concreto se informa de 132. ¿Qué puede decirnos sobre ello?

Pues que son fruto de la gravedad de la situación de fuerza mayor. Estamos a la espera de que se regule y flexibilice su aprobación adecuadamente por la autoridad laboral.

"Hay que instar al Gobierno a que adopte medidas de carácter temporal excepcional para flexibilizar y simplificar los procedimientos y los plazos de la resolución de los ERTEs"

¿Se puede prever el número despidos?

Es muy difícil porque estamos evaluando los riesgos y los daños que se puede producir, estamos en la parte incipiente. Esto pueden ser varios meses. Lo que tengo claro es que nos vamos a recuperar. Pero hacer estimaciones es aventurado e imposible. Si paralizas al 70% de tu PIB lo veras reflejado en el resultado del año. Pero eso no nos interesa, porque hablamos de problemas humanos y de la salud de los trabaderos. Ésa es la principal prioridad de las empresas y que esto no vaya a más.

¿Qué otras medidas reclama el sector?

Las medidas de índole laboral son importantísimas, pero luego va a estar el problema de la falta de liquidez por la falta de actividad. Si no produces porque cierras no tienes liquidez para hacer frente a los pagos. Se trata de suspender la obligación el pago de cotizaciones por parte de las empresas. No del aplazamiento, no de una moratoria, sino de una suspensión. No se trata de que dentro de seis meses me encuentre con el problema de los meses del coronavirus. Lo que se necesita es que el Gobierno sea sensible con esta cuestión. A los autónomos hay que suspender sus cotizaciones sociales, el abono de las bajas que puedan tener desde el primer día, la prestación por cese… Hay una materia de cuestiones relevantes. Y una última idea: poner en marcha una linea de avales públicos suficiente que facilite el crédito a las empresas que se vean afectadas. Hay formulas pero hay que poner en carga fondos extraordinario. Con todo eso y medidas que transmitan confianza recuperaremos el pulso Y preocupa que el mercado bursátil vaya recuperando el pulso.

Parece evidente que la incidencia sobre la economía de la provincia va a ir mucho más allá de estas dos semanas.

Todo va a depender de la evolución. Pero yo quiero poner un punto de positivismo, esto puede durar semanas o meses, pero estamos en marzo. Igual en mayo o junio estamos en otra situación. Esto también va a generar el deseo de muchas personas de recuperar la normalidad. Si obedecemos a las autoridades sanitarias, a la Junta de Andalucía, a los ayuntamientos… Si hacemos lo que se tiene que hacer, con el compromiso de que los suministros básicos estén garantizados, a lo mejor en dos meses el control de la pandemia se reduce a una cuestión más plana y el daño puede ser menor. Es pronto para dejarnos vencer por cierto derrotismo. Van a ser uno o dos meses muy difíciles pero veremos como están las estadísticas al final del año.

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