La Junta de Andalucía acaba de instar a la constructora del Metro de Málaga en los Callejones del Perchel, Grupo Ortiz, a retomar de forma "inmediata" las obras del suburbano. La exigencia se produce en respuesta a la decisión de la firma privada a aceptar las nuevas condiciones económicas fijadas por la Consejería de Fomento para llevar adelante los trabajos de ejecución del tramo Renfe-Guadalmedina, en obras desde hace ya casi 55 meses.

Según fuentes de la Administración regional, la contestación a la disposición expresada por Ortiz no es otra que la de pedir que "inicien las obras y en las condiciones en las que se han planteado las modificaciones del contrato". En este escenario, y a la espera de conocer la contrarrespuesta de la adjudicataria, se estima que a finales de agosto o principios de septiembre pueda estar definitivamente desbloqueado el conflicto entre las dos partes, que se viene alargando desde hace casi diez meses y que han mantenido casi en suspenso el avance de las actuaciones en esta parte del trazado.

Uno de los puntos en los que Fomento insiste en su respuesta es en la necesidad de mantener íntegramente los elementos que integran la modificación del contrato, que supone ampliar en 17 millones de euros el coste estimado para la ejecución del tramo, que se elevaba inicialmente a 42 millones (sin IVA). En esa variación se incluía sendos modificados, por un valor total de 8,2 millones de euros, relativos a actuaciones para la protección de la muralla nazarí encontrada en Callejones del Perchel, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y con los trabajos arqueológicos que se han tenido que realizar en la zona. La cuantía, de acuerdo con los datos oficiales aportados el pasado 31 de julio por la Agencia de Obra Pública de Andalucía, dista sustancialmente de los 34 millones que viene reclamando Ortiz desde el inicio de las negociaciones, allá por el pasado mes de octubre.

El paso adelante dado por Fomento ante la ausencia de acuerdo en las negociaciones entabladas con la adjudicataria abrió un plazo de audiencia para que Ortiz pudiese responder ante el envite realizado. La constructora registró el pasado el pasado 8 de agosto un escrito en el que respondía positivamente a aceptar las condiciones fijadas en el modificado del contrato. Aunque, según indicaron fuentes de la Administración regional, lo hicieron pidiendo numerosas aclaraciones por parte del ente regional. De acuerdo con las fuentes, la empresa preguntaba, por ejemplo, si en la citada modificación incluía muchas de las reclamaciones que viene realizando desde hace meses y que no han sido tenidas en cuenta por la Junta.

En el seno de Fomento hay opiniones varias sobre lo que puede ocurrir en las próximas semanas. Algunas voces creen que Ortiz acabará por aceptar en la práctica las nuevas condiciones y retomará los trabajos, mientras otras no son tan optimistas. La decisión es de suma importancia para el futuro inmediato del proyecto del Metro. Las previsiones manejadas por la Junta, que ya de por sí suponen un retraso de dos años respecto a las estimaciones anteriores, apuntan a que los trenes podrán llegar hasta la estación Guadalmedina, que estará situada junto a El Corte Inglés, a finales de 2016.

Para hacer posible este hito, las máquinas han de terminar aún la infraestructura del tajo entre Renfe y Albert Camus, afectada de lleno por el desacuerdo entre la Administración regional y la empresa, y hacer su entrada en la prolongación del mismo hasta el antiguo edificio de Correos.

Este es, además, el paso previo a la entrada del Metro en la Alameda Principal, en dirección centro, y a la prolongación del mismo hacia el entorno de los hospitales Civil y Materno Infantil. En estos dos últimos puntos el calendario marca la llegada del ferrocarril urbano a finales de 2017.