Málaga

Licencia para iniciar la obra del futuro centro de ciberseguridad de Google en Málaga

  • La intervención sobre el antiguo Gobierno Militar se tasa en casi 2,8 millones de euros 

  • El mal estado del inmueble obliga a la demolición de su estructura interior

Antigua sede del Gobierno Militar en Málaga.

Antigua sede del Gobierno Militar en Málaga. / Javier Albiñana

La apuesta de Google por instalar un centro de referencia en materia de ciberseguridad en Málaga capital empieza a dar sus primeros pasos. Tras el anuncio formalizado el pasado mes de febrero, el proyecto avanza ahora con la concesión de la licencia de obras para cambiar el uso del antiguo Gobierno Militar, que lo albergará, así como para proceder a su adecuación. 

De acuerdo con los datos recogidos en el permiso de intervención, la ejecución material queda valorada en 2.782.252 euros. Sea como fuere, la inversión será muy superior, ya que hay que incluir a esta suma los gastos propios de la operación, así como el desembolso posterior necesario para las propias instalaciones. De acuerdo con la documentación oficial, el inicio de las obras debe producirse en un plazo máximo de seis meses desde la expedición de la licencia, fijándose un máximo de 36 meses para su finalización.

La lectura de la licencia, que incluye ciertos condicionantes, pone de manifiesto el mal estado en el que se encuentra el inmueble. De hecho, se autoriza incluso la demolición de la estructura interior tras concluir que su adaptación a los nuevos usos previstos "conlleva un peligro para su seguridad y para la estabilidad de las fachadas protegidas". 

Ante la petición de la parte privada, los técnicos municipales admiten como "una necesidad" su sustitución, aunque vinculando esto con la protección de los elementos a proteger y conservar. Sobre ello, se precisa que se incluyen bocetos del proceso constructivo por el que se prevé estabilizar las fachadas para la posterior sustitución de la estructura interior.

Este visto bueno se produce tras conocer las conclusiones de varios informes y estudios aportados por la propiedad en la que se aconseja la renovación total de la estructura. "Entendemos que se encuentra en un estado asimilable a una ruina técnica por el peligro que corre la conservación de las fachadas y el volumen del edificio y por tanto es admisible la renovación/demolición de la estructura, conservando en todo momento las fachadas y el volumen actual de la edificación", se precisa.

También menciona las inspecciones previas realizadas por Cemosa en 2017 "donde se advierten patologías estructurales relacionadas con espesores insuficientes en las armaduras, corrosión de éstas y diversos tipos de humedades", y se recuerda la existencia de un expediente de ITE desfavorable, relacionando temas de seguridad, estabilidad y consolidación estructural. 

Otro estudio de Cemosa, de agosto de 2020, advierte de la detección de "anomalías relacionadas con la corrosión en elementos estructurales y patologías en la cimentación". A este trabajo se incorpora una adenda posterior, de diciembre de 2020, en la que se dice: "La utilización para los nuevos usos previstos en el edificio podría conducir a un fallo generalizado de la estructura y cimentación de la edificación". 

Respecto a la posibilidad de asentar en este inmueble, calificado como equipaminte, un centro formativo de estas características, los técnicos lo consideran admisible. En esta misma línea, autorizan la intervención programada sobre el mismo, en la que destaca la demolición y eliminación de volúmenes que fueron añadidos al edificio y que no representan el aspecto histórico inicial. Esto incluye dos garitas que invaden espacio público en las dos esquinas traseras del edifico, un volumen en planta cubierta que se destinaba a lavadero cubierto con chapa ondulada, y un tercer volumen añadido en planta segunda, posiblemente también para lavadero. 

Además se valida la prolongación de las ventanas hasta nivel de solería conservando las dimensiones y anchos de huecos, así como los ejes verticales; en la fachada trasera, se propone unificar los huecos que iluminan la escalera; en la fachada trasera se propone recuperar uno de los accesos originales al edificio, actualmente parcialmente tapiado y convertido en ventana; también se quiere elevar la altura de los casetones de cubierta para facilitar la accesibilidad y conexión con la terraza descubierta, y se apuesta por ampliar el casetón de salida a cubierta junto al ascensor para mejorar la accesibilidad, reubicando aquí el volumen que se demuele en el cuerpo destinado a tendedero.

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