Limasa paraliza las sanciones a cambio de que acabe el paro "ilegal"

De momento no habrá huelga y los trabajadores de la empresa mixta de limpieza Limasa volvieron al trabajo con normalidad. Fue el compromiso adquirido ayer por la dirección de la sociedad, de la que el Ayuntamiento forma parte, y el comité de empresa tras el paro de varios horas que protagonizaron unos 200 empleados del turno de día del servicio de recogida de basura en señal de protesta por las sanciones que han recibido por supuesto bajo rendimiento y que hizo aumentar la tensión en un conflicto laboral que se agrava por días. A cambio, Limasa paralizará de momento la ejecución de las sanciones y las revisará una a una en una comisión que se constituirá a finales de mes.

Así se puso fin a un paro que el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, calificó de "ilegal" y que comenzó sobre las seis de la madrugada cuando los trabajadores del turno de día decidieron no iniciar la jornada de trabajo y permanecer en las instalaciones de Los Ruices por lo que consideran "un hostigamiento y un chantaje" por parte de la empresa. El detonante fue el reparto a los conductores y operarios del turno de madrugada de las notificaciones de sanciones graves que implican la suspensión de empleo y sueldo de entre tres y once días.

El presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte (UGT), explicó que fue una decisión voluntaria de los trabajadores respaldada por los sindicatos porque "están hartos del trato que reciben de la empresa y los apoyamos porque entendemos que es una reivindicación justa".

Sobre el mediodía los miembros del comité, junto a representantes de los grupos municipales de PSOE, Málaga Ahora y Málaga para la Gente, se reunieron con la dirección de la empresa para tratar de buscar una solución que impidiera que el paro se prolongara en el turno de tarde. La decisión fue paralizar, que no eliminar, la ejecución de las sanciones firmes y analizarlas todas en una comisión que se constituirá después del 28 de enero.

Por ella deberán pasar, por tanto, las 164 sanciones graves firmes cursadas ya contra conductores y operarios del servicio de recogida de basura fundamentalmente y que suponen una suspensión d empleo y sueldo en total de 374 días. El concejal de Sostenibilidad Medioambiental Raúl Jiménez, aseguró ayer en la Cope que los conductores se "escondían" con los camiones en la barriada próxima de Soliva para presentarse minutos antes de acabar su turno y alegar que no les daba tiempo a descargar los vehículos.

Además, la empresa ha tramitado otras 99 sanciones leves, que suponen un día de suspensión por cada una de ellas, y ocho con dos días de suspensión. A las sanciones leves y graves se suman también las 506 amonestaciones verbales que ha cursado Limasa contra empleados de la empresa. La mayoría responden a un supuesto bajo rendimiento al terminar la ruta sin recoger todos los contenedores o entregar el camión cargado de residuos y no vaciarlo previamente en el vertedero. De hecho, el alcalde de la ciudad justificó ayer la imposición de estas sanciones aludiendo a "una especie de huelga de brazos caídos" que se ha traducido en la no recogida de contenedores desde el inicio del actual conflicto laboral y consideró que el paro de ayer fue "un paso equivocado".

El presidente del comité de empresa, en cambio, reaccionó ante estas declaraciones criticando a De la Torre e instándole a que "se siente ya a negociar y se deje de declaraciones vacías y nocivas para los trabajadores cuando él es el único responsable de lo que está ocurriendo en Limasa".

Así las cosas, los representantes sindicales aseguraron que los trabajadores se comprometen a cumplir con su jornada laboral, pero cumpliendo la normativa de prevención de riesgos laborales. De hecho, sellado el acuerdo entre las partes, los trabajadores del turno de tarde iniciaron su jornada sobre las 14:00 de la tarde y los camiones de recogida salieron de Los Ruices con normalidad.

Por la mañana, en cambio, la basura de algunos barrios de la ciudad y la recogida de los contenedores de residuos selectivos se quedaron sin recoger provocando el desbordamiento de algunos contenedores. Jiménez, tachó la acción de "chantaje". En ese sentido, se mostró contrario a quitar las sanciones a los trabajadores porque dijo "tenemos que ser coherentes como responsables de la gestión del dinero público".

El equipo de gobierno del PP se planteó incluso contratar a una empresa externa para recoger la basura si los trabajadores continuaban con el paro, del que el comité de empresa ya había advertido que comenzaría en cuanto llegaran las primeras sanciones firmes. Con la amenaza de una huelga indefinida a las puertas, los representantes sindicales han decidido guardarse esa carta si las sanciones prosperan y si la negociación del convenio sigue estancada.