Los tornados que este lunes han atravesado Campillos acompañados de fuertes lluvias y granizo son más habituales de lo que parece en la zona del arco mediterráneo, donde más trombas marinas se forman. En palabras del director del Centro Meteorológico de Málaga, José María Sánchez-Laulhé, la provincia malagueña es "la más propicia" de Andalucía para registrar este fenómeno. Y ello se debe, entre otros factores, a la disposición del terreno, ya que en la costa se suele dar con frecuencia contrastes de masas de aire. La temperatura del mar es, además, bastante elevada. De ahí que los tornados suelan darse "más en invierno en la costa y en verano en el interior", como ocurrió ayer.

En líneas generales, es necesario que exista inestabilidad -y con ello tormenta- además de un ambiente de variación del viento fuerte como condiciones para la formación de tornados. Lo normal es que, a diferencia de otros países como Estados Unidos, donde son especialmente recurrentes, tengan una corta duración. A falta aún de un estudio exhaustivo que los meteorólogos pretenden realizar acerca de los daños para conocer cuál ha sido su categoría, las primeras informaciones apuntan a que el registrado en Campillos "aguantó bastante".

El daño ocasionado por un tornado se mide en la escala de Fujita, que va desde el F0 (menos daño) hasta el F5 (más daño). "Una vez que ha sucedido lo que se hace es evaluar la categoría. Sin duda, ha sido un tornado, porque se ha dado la situación propia", precisa el responsable del centro, quien detalla a modo de ejemplo que, "al estirar un cilindro en rotación de cualquier cosa, como una bailarina, adquiere velocidad hasta alcanzar la de un tornado", explica.