El consumo interno se ha reducido notablemente en los últimos meses por la crisis económica y, ante esta situación, sólo le quedan tres opciones a las empresas: reducir costes como sea, cerrar o intentar buscar nuevos mercados. Lo ideal, lógicamente, es el último paso ya que no sólo se podría mantener el empleo sino que permite a la compañía abrirse nuevos horizontes, aumentar su dimensión y tener una mayor estabilidad financiera al diversificar la procedencia de sus ingresos.

En la provincia es muy reducido el número de empresas que exportan. En la página web de la Cámara de Comercio de Málaga hay un listado con 270 firmas que venden sus productos y servicios al exterior con cierta frecuencia, perteneciendo la mayoría al sector de la alimentación, las nuevas tecnologías y la metálica, aunque también hay presencia en sectores más variopintos como la cerámica, la química o la madera. En 2008 las empresas malagueñas realizaron 128.453 operaciones en los mercados exteriores por un valor de 1.039,2 millones de euros, lo que representó unos crecimientos interanuales del 11,2 y 5,9% respectivamente.

Son pocas las empresas pero su presencia se deja sentir en casi todo el planeta. Según Naciones Unidas, en el mundo hay 192 Estados y las empresas malagueñas están presentes, según la base de datos de comercio exterior del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, en 153 países, es decir, en el 80% del planeta. En la mayoría, la exportación es casi testimonial aunque también se podría establecer un top ten de países clientes de Málaga (ver tabla anexa). En el año 2008, el primer puesto fue para Francia, con un volumen de compras de 128,3 millones de euros, siendo la fruta, el aceite, la leche o los instrumentos de óptica los productos más vendidos en el país galo por las empresas malagueñas. En el segundo puesto está Portugal -la carne, las prendas de vestir y los barcos son los tres segmentos que más exporta Málaga-; y en el tercero Italia -que en 2007 fue el líder- donde las empresas locales venden principalmente aceite a granel, ropa, material eléctrico y carne. El top ten está formado principalmente por estados europeos aunque se han colado Marruecos -lo que más se exporta allí es algodón para confeccionar tejidos que luego vuelven a Málaga y calderas-, y Estados Unidos, donde priman el material eléctrico, las frutas y las hortalizas.

María Paz Hurtado, presidenta de la comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Málaga, explica que está creciendo de forma considerable el número de empresas en la provincia que están analizando la posibilidad de exportar. De hecho, según Hurtado, "en 2008 recibimos 162 peticiones de ayuda y, en lo que va de año, ya tenemos contabilizadas 240". Esta experta asegura que "había empresas que nunca se habían planteado exportar y ahora sí lo están haciendo, así como hay firmas que antes viajaban una vez al año y ahora lo hacen dos o tres veces". En su opinión, la crisis económica está provocando que "se busquen oportunidades fuera y ahora es el momento propicio para buscar alternativas porque el consumo se ha parado".

Francisco Villalba, director de Analistas Económicos de Andalucía, subraya, por su parte, que "las exportación en Málaga tiene una tendencia positiva de incremento y eso es positivo porque la internacionalización de las empresas es uno de los retos que tiene la economía regional para ser más competitiva. Villalba apunta que la fortaleza del euro podría perjudicar a la hora de buscar mercados fuera de la zona euro aunque, en cualquier caso "nuestra vocación tanto para comprar como para vender son los países de nuestro entorno europeo por lo que la incidencia es menor".

En la provincia hay en torno a 100.000 empresas por lo que aún queda un gran trabajo por delante en materia exterior, aunque la bandera malagueña está ya presente en la mayoría del planeta.