Málaga

Manifestación de empresas de jardinería, socorrismo y pisos turísticos: "Nos vemos discriminados"

Manifestación de empresas de jardinería, socorrismo y pisos turísticos de Málaga.

Manifestación de empresas de jardinería, socorrismo y pisos turísticos de Málaga. / Javier Albiñana

“El agua es de todos no de unos pocos”, “Sin jardines ni piscinas nos vamos a la ruina” y “Sin regar no podemos trabajar”. Esta han sido algunas de las frases que un centenar de empresarios y autónomos de los sectores de jardinería, piscinas, viveros, socorrismo y apartamentos turísticos han ido gritando durante la manifestación que ha tenido lugar este viernes por el centro de Málaga y que han comenzado en la plaza de la Marina a las 18:00. Se han concentrado para exigir medidas que les permitan desarrollar su trabajo para así evitar los despidos y el cierre

Entre los presentes estaba Andrés Marín, el portavoz de la Plataforma de empresas y autónomos de la provincia de Málaga y dueño de una empresa de jardinería, que ha asegurado que su situación es “bastante mala y estamos discriminados”. Los jardines no pueden regarse desde noviembre, al igual que tampoco se pueden llenar las piscinas, pero “hay hoteles y parques acuáticos que tienen vías libres y pueden gastar lo que quieran”. “Queremos un poco de igualdad”, ha remarcado Marín.

En cuanto a los despidos, ha señalado que ya hay muchas empresas que están recurriendo a ellos porque “lo tenemos todo cerrado” y no pueden llevar a cabo su labor. Además, ha añadido que la posibilidad de regar con agua de cubas es “una locura” porque al final “solo tendrán cubas las personas con el poder adquisitivo suficiente para pagarlas y los demás nos quedamos mirando”.

Sandra Cortés, también del sector de la jardinería, ha incidido en que esta situación va a afectar al número de puestos de trabajos, cierre de empresas y también “a la reducción de la vegetación”. “Si dejamos que todo se muera, que es lo que está ocurriendo al no permitir el riego, va a aumentar más la temperatura, habrá más emisión de CO2 a la atmósfera y agravará la sequía”, ha explicado. Además, ha apuntado que como resultado “nos vemos totalmente discriminados y a estar cada vez peor”, tanto como trabajadores como personas.

Por su parte, Miriam Jiménez, dueña de una empresa de piscinas, ha asegurado que el hecho de que no les permitan llenar las piscinas es un peligro. “Si no llenamos las piscinas y se cae una piscina es un problema”, ha apuntado. Asimismo, ha hecho hincapié en que al no mantener ese agua y cambiarla se va a convertir en “un foco de infección, llena de mosquitos porque es necesario tratarla y filtrarla”.

Jorge Becerra es el administrador de una empresa que se dedica a formar a las empresas de socorrismo y mantenimiento. “Por estas fechas, el año pasado ya habíamos hecho algunos cursos de socorristas y este año al no saber si abrirán o no las piscinas no hemos hecho ninguno”, ha explicado el empresario.

Del sector de las empresas de socorristas ha acudido Domingo Jurado, dueño de Benalsocos, que ha asegurado que sus pérdidas están siendo del 100%. Si finalmente las piscinas no se abren y no puede contratar a nadie, se verá obligado a cerrar su empresa. “No me queda otra que cerrar si no quiero más pérdidas”, ha zanjado.

Por otro lado, Samantha Auesten, propietaria de Gapp Properties es una empresa que gestiona el alquiler de 55 pisos turísticos en Benalmádena, ha señalado que el hecho de que no haya piscinas abiertas en comunidades privadas, les afecta en gran medida. “Los clientes esperan noticias de si hay piscina o no porque si no hay van a cambiar de destino este año”, ha asegurado la empresaria. 

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