Una persecución por aguas del Estrecho protagonizada por el Servicio de Vigilancia Aduanera Águila IV  a una supuesta narcolancha acabó ayer en tragedia. Uno de los cuatro tripulantes que viajaban en ella murió tras un accidente en el que la patrullera, según las primeras pesquisas, colisionó con el vehículo que pilotaba la víctima y que, supuestamente estaba vinculado cal tráfico de drogas. La investigación apunta a que la embarcación a la fuga frenó en seco por un golpe de mar cuando se produjo el siniestro en una jornada marcada por el oleaje.

Aunque el accidente se registró a la altura de Sotogrande, en la comarca del Campo de Gibraltar, el levantamiento del cadáver se produjo en el puerto deportivo de Estepona. Desde allí, el cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina legal (IML) de Málaga, donde está previsto que este lunes se le practique la autopsia que permitirá conocer la causa exacta de la muerte y arrojar más luz a lo ocurrido.

El fallecido, que responde a las iniciales J.D.G.S., vivía en La Línea de la Concepción. Era muy conocido en la barriada del Castillo, aunque residía junto a su pareja en la zona de San Bernardo. Se trataba de uno de los tripulantes que se encontraba a bordo de la goma, como en el argot policial se conoce a las embarcaciones que utilizan los traficantes, principalmente de hachís.

En el momento del siniestro, según indicaron fuentes de Vigilancia Aduanera, había oleaje y, en un golpe de mar, el patrón de la semirrígida perdió el control, parando de esta forma en seco la embarcación. La patrullera, que iba detrás en su persecución, no logró frenar a tiempo y, según su versión, fue inevitable la colisión.

El choque de la lancha de Aduanas hizo caer al fallecido de la embarcación en la que presuntamente intentaba huir junto a otras tres personas, un linense y dos gallegos, que después fueron detenidos. Los efectivos encontraron durante el registro de la semirrígida cuatrimotora petacas de combustible, presuntamente destinada al suministro de las narcolanchas para el alijo en el Estrecho.

La persecución se inició al tratarse de un vehículo que se utiliza “para el tráfico de drogas” y ser también una embarcación prohibida”. La Policía Nacional acudió en apoyo hasta el lugar del siniestro, en el que además hubo heridos, señalaron fuentes próximas al caso. Los agentes de Aduanas se encuentran en buen estado de salud.

Una de las últimas embarcaciones semirrígidas para descargar hachís fue interceptada el año pasado en una operación de la Policía Nacional que permitió desarticular una de las organizaciones más activas en el tráfico de esta sustancia en la provincia de Málaga. Además de una narcolancha de 12 metros de eslora con tres motores, los agentes también descubrieron ropa estanca para su pilotaje y material electrónico de navegación marítima. Hubo 15 detenidos  y 1.200 kilos de hachís incautados.

El origen de la actuación fue un vuelco –o robo de droga– ocurrido en la barriada de Puerto de la Torre por las desavenencias de uno de los miembros de la organización con el resto del grupo. El operativo venía a demostrar la nueva estrategia policial para combatir el narco: atacar las infraestructuras de los clanes de la droga.