Málaga

Platón y Alberti despiden la Selectividad

  • Alrededor de 1.300 estudiantes se presentaron ayer a la última prueba de acceso a la universidad

Se queda en la retina. La mezcla de nervios, ansiedad y alegría al finalizar son los ingredientes que constituyen un momento que se mantiene en la memoria para siempre. Selectividad celebró ayer su defunción tras más de 41 años decretando quiénes merecían su acceso a la universidad.

A las 8:00, los candidatos a universitarios se apostaban en las puertas de sus futuras sedes esperando ansiosos comenzar lo que para muchos pueden ser un calvario. Lengua Castellana y Literatura era la que abría el melón. Primer susto: no hubo comentario periodístico. La narrativa de Pío Baroja o la lírica de Rafael Alberti eran las dos opciones que había en el primer examen. "No me lo esperaba. Creo que todo el mundo ha cogido la Narrativa", aseguraba Amor Benítez, que cree que era el examen "más temido". "¿No cae un lírico en junio y ahora sí?", se quejaba Raquel García, que para su satisfacción, "el Narrativo ha sido un regalo". "Todo el mundo se había preparado el periodístico", sostenía Javier Luque.

Superado el trámite del primer examen y de los nervios, comenzaron a elucubrar los temas que caerían en Filosofía e Historia de España. "Me he preparado Historia. Espero que no caiga la Segunda República: presidentes por aquí, presidentes por allá, que si quito esto, hago lo otro...", anunciaba María de la Torre, que se veía más preparada sobre la Transición porque "es más interesante, España aguantando ahí un golpe de Estado".

La Selectividad en septiembre es, quizá, más pragmática que la de junio. Debido a que muchos solo tienen que recuperar una o dos asignaturas, deciden ponderar lo reciente a lo que se les da mejor, como explicaba Sergio Moral, que cogió Historia en lugar de Filosofía porque había tenido que recuperar "a pesar de querer estudiar la carrera de Filosofía".

Primo de Rivera y el Antiguo Régimen fueron las dos opciones de Historia mientras que Filosofía ofertó Platón y Santo Tomás. "No me esperaba para nada Platón, cae casi todos los años. Llevaba mejor Nietzsche, pero aprobaré y con nota", detallaba optimismo Irene López. No tan eufórico salieron Eduardo José y Daniel Trillo, que tuvieron que enfrentarse a la etapa de Primo de Rivera de la que no recuerdan "el nombre de la mayoría de los políticos". "Era el tema más fácil y creíamos que no iba a caer, por eso sacaré solo alrededor de un cinco", se lamentaban.

Inglés, la última prueba del día de asignaturas generales, era el fetiche de todos los alumnos. "Espero subir la media con inglés", manifestaba Trillo, que auguraba que los días más complicados suelen ser las pruebas específicas porque "te enfrentas a Matemáticas y Tecnología Industrial.

A partir de esta semana, Selectividad perecerá y la sustituirán las incógnitas reválidas de la Lomce. Pero quedarán en nuestra memoria: con la ansiedad, los nervios y el júbilo de la libertad.

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