Meterse en la piel de alguien que vive o ve el acoso escolar de cerca, sentir el rechazo, el miedo o la incomprensión de los demás ayuda a tener empatía, a conectar con el problema y, por tanto, a ponerle freno. Este ha sido el objetivo principal del proyecto que ha llevado a cabo el instituto Campanillas bajo el título Realidad Virtual en el Aula.

Los alumnos del Ciclo Formativo Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma en colaboración con la empresa Presentys VR y estudiantes de tercero de Secundaria han creado con tecnología de realidad virtual una herramienta innovadora en la lucha contra el acoso escolar.

El profesor Moisés Martínez ha sido el coordinador del proyecto. “La idea surgió a través de un plan que promociona la Junta de Andalucía que se llama Aprendiendo con las Empresas, cofinanciado por el Gobierno autonómico y el Fondo Social Europeo”, explica. Con la tecnología de la firma malagueña Presentys VR, con sede en el PTA, y la implicación de profesores y escolares han logrado crear “una herramienta para luchar contra el bullying”.

Una de las escenas de la aplicación.

Como comenta Martínez, se hizo un guión y los alumnos representaron escenas reales que fueron grabadas con cámaras que recogen 360 grados. Con el trabajo de los estudiantes de FP se ha creado una aplicación en la que, gracias a unas gafas Oculus Quest, el usuario se inserta en la situación. “Tenemos dos perfiles, el de una alumna agredida y así sientes que te están acosando o el de una persona que es acompañante y visualiza esa agresión”, indica el docente. “La aplicación va dando opciones diferentes que te llevan a una escena u otra, eliges el camino que va a seguir tu avatar en este acoso”, agrega Martínez.

La clase de 3º A de Secundaria, con la tutora Belén Ávila al frente, ha sido la encargada de realizar el guión y teatralizarlo para dotar de contenido el entorno virtual por el que transita el avatar. “En la escena en realidad virtual ves el aula, la habitación de la niña y te presenta el caso y al personaje, te transmite las inquietudes de esta alumna a la que dan de lado, que no quiere ir al instituto, ni decir nada a sus padres. Dependiendo de la elección vives la experiencia desde un punto de vista u otro”, apunta el coordinador del proyecto.

El objetivo de este proyecto ha sido múltiple ya que, además de crear una herramienta que sirviera para los talleres de bullying con la orientadora, que los alumnos utilicen esta experiencia inmersiva en primera persona y empaticen con una situación real, también ha contribuido al “desarrollo de una tecnología a través de una empresa puntera, que ha colaborado de forma altruista y que ha estado muy implicada desde el primer momento”, señala el profesor. “La oportunidad de los alumnos de recibir un taller a través de profesionales en esta tecnología ha sido increíble”, agrega.

Este primer resultado se ha centrado en alumnos de Secundaria pero ya preparan las grabaciones en Primaria. Se trata, como indica Martínez, de modificar las locuciones y el escenario virtual para adaptarlo a públicos de edades inferiores, pero sobre el desarrollo que ya está hecho y en el que han intervenido también los alumnos del grado medio de Sistemas de Red Multiusuarios.

“La idea es pasar la aplicación para poder verla con una herramienta que se llama Card Board, son unas gafas de cartón y un móvil, así esta aplicación se podría distribuir a todo el mundo, todo el que tenga un móvil podría usarla”, expresa el docente. Por el momento, dice, es un poco más limitante ya que las gafas que se utilizan son caras y no llegan con facilidad a los centros escolares. También están barajando la posibilidad de hacerlo bilingüe. Todo sea por seguir concienciando a los jóvenes sobre un problema que preocupa tanto a la comunidad educativa.