Regalos originales para combatir la rutina

Las tiendas de regalos de Superskunk no dejan indiferente a nadie. Primero porque tienen un nombre casi impronunciable y segundo porque, además de su colorido, poseen un repertorio de productos de lo más variopinto. "La originalidad es nuestra principal baza", asegura Luis Rubio, uno de los propietarios de esta empresa que está presente en numerosos centros comerciales de España pero que pocos saben que es malagueña. En estos momentos cuentan con 21 establecimientos, aunque han llegado a tener cerca de 40.

La idea surgió casi de casualidad. A Luis y su hermano César les encantaba viajar de mochileros por distintas partes del mundo. En una ocasión Luis estaba por México y César por India y ambos trajeron una serie de productos de artesanía local. Pensaron que podían montar una tienda y lo hicieron. La llamaron Babilonia "porque resultaba étnico" y la ubicaron en la plaza de la Merced. Les fue bien y empezaron a abrir más locales primero como Babilonia y, posteriormente, como Superskunk. Era 1994 y arrancaron con tiendas propias, pero la bola se fue haciendo mayor y necesitaban atender a los establecimientos de fuera de Málaga por lo que decidieron crear franquicias. Bajo esta fórmula comercial se produjo el gran crecimiento de Superskunk. Asistieron a las ferias especializadas y se expandieron por varias provincias españolas hasta tener 40 locales.

Con la crisis se produjo el fenómeno contrario. La venta en los centros comerciales decayó y muchos franquiciados decidieron dejar el proyecto, si bien Rubio destaca que "muchos no se fueron por falta de ventas sino por falta de capacidad de trabajo".

Estos empresarios malagueños optaron por no quedarse ninguna de las franquicias que cerraron y mantener su propia línea. En este sentido, Superskunk tiene ahora 21 tiendas -19 propias y dos franquiciadas- en los aeropuertos de Málaga y Alicante, en la estación de Atocha de Madrid y en centros o calles comerciales de Málaga, Fuengirola, Badajoz o Gran Canaria. Acaban de inaugurar una tienda en el complejo hotelero Holiday World de Benalmádena y tienen previsto abrir más locales propios en Madrid y Canarias. "Siempre estamos mirando sitios nuevos. La expansión es una huida hacia delante. Son grandes inversiones pero cocodrilo que se queda quieto se convierte en cartera", destaca Rubio.

La presencia física es importante, pero no hay que descuidar internet. Superskunk ha puesto en marcha un servicio de venta on line que está en una fase inicial de posicionamiento. "Es difícil porque tenemos muchas referencias pero es un proyecto atractivo", afirma este joven empresario malagueño. En estos momentos tienen 4.000 referencias y, a lo largo de toda su historia, han tenido 60.000.

Los productos que venden tienen un toque especial. La mayoría son diseñados por ellos mismos y se fabrican en Asia o Europa y otros están personalizados. "Siempre estamos innovando", señala. No le falta razón. Venden, por ejemplo, pañuelos con billetes de 100 euros dibujados, rollos de papel higiénico con sudokus o sartenes en forma de corazón para hacer tortillas románticas. Recientemente también comercializaron un curioso masturbador masculino "que fue un pelotazo durante dos años".