No tan lejos del ruido del tráfico y el estrés de las calles de la ciudad, existen pequeños paraísos donde la naturaleza y, sobre todo, la paz encuentran un refugio inexpugnable. Como un oasis en el desierto, los jardines de Andalucía prometen un gratificante paseo acompañado del piar de las aves y el murmullo de las hojas por el viento. La diversidad de estos espacios en Andalucía es muy amplia a pesar del gran número de ellos que han desaparecido a lo largo de la historia. Por fortuna para los habitantes de la ciudad, la mayor parte se encuentra agrupada en torno a los grandes núcleos de población, aunque no faltan interesantes ejemplos en haciendas y cortijos.

Los restos más primitivos datan de la época romana, aunque los jardines más antiguos conservados son del período califal, del siglo VIII. Desde esta fecha hasta la actualidad se pueden encontrar ejemplos que corresponden a los distintos estilos de cada época, si bien, interpretados con la particular sensibilidad andaluza. La gran variedad de climas de la región, condicionante del diseño del jardín y de sus elementos, constituye otro factor determinante de la profusión de estilos y variedad de especies que se encuentran en la actualidad; así, se pueden admirar desde los exuberantes jardines con profusión de especies exóticas de la costa mediterránea, hasta la sobriedad extrema de los jardines y patios renacentistas del interior.

La primera parada en esta ruta por los jardines de Andalucía se encuentra en Málaga, donde los jardines más antiguos se localizan en los alrededores de la ciudad, como el Retiro de Fray Alonso de Churriana cuyo sector original, el Estanque y el Huerto del Obispo, data de 1669, aunque los más interesantes de este parque son el Jardín de la Sirena con un espléndido ejemplar de aguacate, el Jardín de la Cascada y la Ría que datan del siglo XVIII, este último con un magnífico paseo de cipreses.

Este conjunto de jardines constituye un excelente ejemplo de jardinería cortesana privada. En el mismo término está La Cónsula, jardín decimonónico, el más sobrio de los jardines malagueños, rodea un armonioso edificio recientemente restaurado y cuenta con una majestuosa arboleda. En la carretera de Granada se localiza la Concepción, de exuberante vegetación, con una impresionante colección de palmeras, en las que destaca por su rareza la palma de Chile, Jubaea chilensis. De igual manera, cabe reseñar espacios como el de el Parque de Málaga, la Alcazaba los jardines de la Costa del Sol, características por la jardinería moderna del Puente Romano.

El siguiente punto de encuentro es Córdoba. La diversidad de tipos y estilos de jardines de esta primera provincia es la más notable de Andalucía. En la ciudad se encuentra el jardín murado más antiguo de Europa, el Patio de los Naranjos de la Mezquita, que data del siglo VIII. Además, restos de jardines califales se pueden encontrar en el Alcázar de los Reyes Cristianos, con sus características albercas escalonadas, y también en la cercana Medina-Azahara.

Por su parte, en Sevilla, el jardín más antiguo que se conserva como tal es el Patio de los Naranjos, que perteneció a la antigua mezquita almohade sobre la que se asienta la actual catedral. De la misma época (siglo XII) data el Jardín Almohade de la Casa de Contratación, en pleno centro de la ciudad, recientemente restaurado, con el anacronismo de incluir palmeras americanas. El conjunto de los jardines del Alcázar reúne la mayor variedad de estilos posible en un espacio reducido.

Por último, para cerrar esta ruta por algunos de los jardines más atractivos de Andalucía el camino lleva a Cádiz. Esta provincia ofrece otro punto de vista a la hora de buscar la tranquilidad de la naturaleza gracias al Parque Genovés y a la Alameda Apocada, un amplio paseo ajardinado con segmentos de tradición romántica. A su vez, en Jerez de la Frontera destaca el Parque González Hontoria, que posee un kiosco diseñado por el arquitecto francés Gustave Eiffel en 1862.