Estamos experimentando la peor situación en la que se ha encontrado la atención primaria en Andalucía”, opina Vicente Sandoval, secretario provincial de Sanidad de UGT. Rafael González, su homónimo en CCOO, suscribe estas palabras. “Llevo en la profesión más de 30 años y nunca se había vivido una situación tan caótica, el descontrol es absoluto”, indica.
Según critica González, la falta de previsión por parte de la Junta de Andalucía ha dejado a los centros de salud con unas plantillas insuficientes para afrontar el aumento de la demanda. Suben los casos de coronavirus y a un lado de la ventanilla los profesionales están colapsados y, al otro, los pacientes enfadados por la mala atención recibida.
“No han funcionado los mecanismos que han puesto en marcha para el control de la pandemia, Salud Reponde no te coge el teléfono y si lo hacen te derivan al centro de salud, que te dan una cita telefónica muchas veces con una semana de demora, puede llegar a las dos”, comenta González.
De esta forma los usuarios buscan soluciones “intentando ir a los centros, de ahí las colas, cuando no a las urgencias, que ya se están saturando y cada día es peor porque hay más contagios”, agrega el secretario provincial de Sanidad de CCOO.
“Los médicos están sobrepasados porque donde tenían que haber diez están trabajando cuatro o cinco, los servicios de admisión colapsados, no tienen citas que dar, enfermería lo mismo, el descontrol es absoluto”, critica González y añade que “profesionales, sindicatos, asociaciones de pacientes, de vecinos, estamos todos de acuerdo, solo no lo ven las autoridades sanitarias”.
Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, estima que se solucionará en “las próximas semanas”. Admitió que la situación es “complicada” porque la atención primaria “ya venía “muy desnutrida” de años atrás porque no había sido “reforzada” por los anteriores gobiernos andaluces.
Vicente Sandoval lamenta una situación que “se está manteniendo demasiado tiempo y que tiene efectos colaterales tanto en los usuarios como en el propio personal, que está trabajando de una forma inédita y muy absurda, que le toca trasladar las instrucciones que recibe del SAS frente a los usuarios, son los que dan la cara y muchas veces son decisiones indefendibles”.
Asegura que “entiendo perfectamente que los usuarios estén al borde de un ataque de nervios, cualquier consulta tiene que pasar por una serie de pasos y finalmente no se da respuesta a sus necesidades”. Entonces la frustración se paga con la persona que está en la ventanilla, indica. “Es un desastre para usuarios y para los trabajadores”, añade el líder sindical de UGT.

Paco y Eva, dos usuarios del centro de salud a la espera de llegar al mostrador.
Centro de Salud Tiro de Pichón, colas de hasta dos horas
En el centro de salud Tiro de Pichón los usuarios han llegado a hacer hasta dos horas de cola para conseguir una cita médica. “La semana pasada estuvo dos horas y media”, dice Paco y apunta que “no hay forma de que te cojan el teléfono y la aplicación está igual, dice que no hay cita en los próximos 14 días”.
“Esto es horroroso, si no te plantas aquí y esperas nadie te atiende”, critica Eva y asegura que “la cola daba la vuelta al edificio y hay personas mayores que no pueden aguantar esto, hay que dar una solución urgente, estamos perdiendo días de trabajo y pagando una Seguridad Social para que te encuentres esto”.
Salvador necesita que le visen la insulina para que la farmacia pueda dispensársela. “Llevo tres meses llamando y nada, pero ya es urgente, hoy me he pinchado la última”, dice. Su mujer, Encarni, acudió a la privada para hacerse mamografía y ecografía porque se notó un bulto y tampoco pudo acceder a su médico de cabecera para ser derivada al especialista.
Y Cristina protesta porque tiene que esperar de pie en la calle con su hermano, víctima de un ictus, cuando requeriría cuidados no demorables. “No cogen el teléfono, no puedo concertar cita a través de la web y él sin medicación se muere”, asegura Cristina.
A los dos hijos de Alejandra los han mandado a casa desde el colegio por sospecha de Covid-19 y ella ha tenido que aislarse con ellos. Sin embargo, tiene que salir de casa y esperar su turno. “No me dan cita para la PCR hasta la semana que viene pero tengo que estar en esta cola para solicitar el parte de baja”, apunta. Y declara que “esto es vergonzoso”.

Pacientes esperan en la calle a entrar en el centro de salud Tiro de Pichón.
Un problema de Salud Responde, según el Sindicato Médico
José Antonio Becerra, responsable de Atención Primaria del Sindicato Médico, afirma que “el problema es de Salud Responde, que se ha quedado sin plantilla para gestionar todas las llamadas que llegan, la saturación comienza ahí, es lo que está produciendo el bloque”. Si derivan las llamadas a los centros de salud, tampoco el personal de admisión se puede hacer cargo de ellas porque están realizando una atención directa al público, estima Becerra.
En cuanto a las consultas telefónicas hechas por los facultativos, el responsable del Sindicato Médico asegura que “se está llamando todo lo que se puede”. “Los profesionales están muy saturados, tienen mucha burocratización, mucho papeleo administrativo que les resta tiempo para hacer su trabajo, la asistencia al paciente”, considera Becerra.
“Entre papeles, derivaciones y llamadas el médico está sobresaturado de burocracia y lo más triste y lo que a todos nos pesa en atención primaria es que se diga que no se trabaja, cuando es el verano que más se ha trabajado”, agrega. Así que, a pesar de soportar la carga, “ni reconocidos, ni agradecidos”.
La falta de enfermeras, una demanda recurrente de Satse
Para el Sindicato de Enfermería Satse la situación de sobrecarga de la atención primaria se veía venir. “Venimos denunciándolo desde hace mucho tiempo que se tienen que adecuar las plantillas a la carga de trabajo”, apunta Juan José Sánchez, secretario provincial de Satse. Y detalla que “venimos reclamando una ley de adecuación de plantilla de enfermería a la población, para acercarnos a la ratio de la media española, no ya europea, habría que incorporar cerca de 1.000 enfermeras en la provincia de Málaga”.
Si la media del país son cinco por cada 1.000 habitantes, en la provincia tenemos 3,23 por cada mil, y eso con los habitantes censados. En verano disminuye aún más por el aumento de población. “Somos junto con Granada la provincia de menor ratio por habitante”, protesta Sánchez y apunta que tienen hecha iniciativa legislativa popular para debatirla en breve en el Congreso. Las enfermeras ven una media de 60 pacientes en una mañana, “están muy saturadas”.
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