20 Años de 'Málaga Hoy'

Veinte años y una pandemia, el mayor desafío

hEfectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) realizando tareas de desinfección en Vialia en marzo de 2020. hEfectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) realizando tareas de desinfección en Vialia en marzo de 2020.

hEfectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) realizando tareas de desinfección en Vialia en marzo de 2020. / Javier Albiñana

Escrito por

· Leonor García

Redactora

Veinte años... Ya han pasado 20 años. Cuando Málaga Hoy comenzó su andadura no existía Twitter, ni Whatsapp, ni Bizum, Facebook acababa de nacer, ningún periódico en esta provincia tenía página web y los teléfonos móviles no eran táctiles. Aunque 20 años no es nada, como dice el tango, parece que fue en el Pleistoceno. En aquella primavera de 2004, había que explicar al interlocutor que se trataba de un nuevo diario, que irrumpía con el afán de ampliar y refrescar el periodismo malagueño.

En este tiempo, hemos contado miles de historias, noticias, sueños, denuncias, carencias, catástrofes, protestas, logros… Personalmente, como encargada los temas de sanidad, el mayor desafío de estas dos décadas ha sido sin duda la cobertura de la pandemia. Porque –como los sanitarios, aunque con infinitamente menos riesgos– los periodistas teníamos que hacer a un lado los propios miedos y poner en valor más que nunca la profesión por su función de servicio público.

Entre los temores –que guardamos hacia adentro– y la responsabilidad –que nos dictaba cada línea–, aquella primavera de 2020 contamos el confinamiento. Las fotografías –que siempre valen más que mil palabras– mostraron las calles vacías, los bares cerrados, los sanitarios con sus EPIs... La imagen de nuestro reportero gráfico Javier Albiñana de efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME) vestidos de blanco, casi como astronautas, haciendo tareas de desinfección en aquel mes marzo daba escalofríos y resumía mejor que nada lo que significaba la irrupción del Covid.

Los hospitales ponían camas donde antes estaban sus cafeterías porque los infectados no paraban de ingresar, los nietos no veían a sus abuelos para protegerlos de posibles contagios, los amigos aplazaban los abrazos y la gente aplaudía a los sanitarios desde los balcones.

En mi agenda roja tenía el móvil de un facultativo del Clínico al que hacía algunos años había entrevistado y que ingresó por coronavirus en ese hospital nada más comenzar la pandemia. Confiaba en que saldría adelante, que volvería a entrevistarlo, que me contaría cómo había superado la pesadilla y yo plasmaría su testimonio. Pero el guion lo marcaba el virus y no pudo ser. Fue la primera víctima mortal del Covid en Málaga. La conocía con nombre y apellido. Sentí un mazazo.

Intentaba recordarlo cada vez que escribía el parte diario sobre fallecidos que daba la Consejería de Salud. Era mi secreta estrategia para no olvidar nunca que aquellos números eran personas con sueños truncados y familias rotas por unas pérdidas a veces hasta sin despedidas por el dichoso aislamiento.

Y no era solo la salud de las personas lo que estaba en juego, sino también la de la economía. Porque los ERTE castigaron a miles de trabajadores. Pese a todas las adversidades, más que nunca, teníamos que estar enteros para contarlo todo, con responsabilidad y corazón.

La llegada de las vacunas fue un chute de esperanza. Otra vez, las fotos del vacunódromo del Palacio de Ferias con cientos de personas en hilera esperando el ansiado pinchazo fueron el mejor resumen de la situación.

Y salimos… Del Covid y de los ERTE; aunque miles de personas perdieron a seres queridos. La gente volvió a disfrutar de la grandeza de un simple abrazo, de un café en una terraza y hasta se olvidó de aplaudir a los sanitarios.

En estos 20 años, el periódico también ha contado el problema de las listas de espera y la necesidad de un tercer hospital. Pero eso es harina de otro costal. Ambos temas, a diferencia de la pandemia, siguen sin resolverse.

Han pasado dos décadas. Ya no hay que explicar al interlocutor qué es Málaga Hoy porque es un periódico sobradamente conocido. Lo construimos entre todos los compañeros, los de ahora y los que ya no están; porque su consolidación es producto del esfuerzo y el compromiso de todos.

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