El abandono como respuesta

Por desconocimiento, miedo o simple irresponsabilidad, la entrada en vigor de la nueva legislación que prohíbe tener como mascotas animales peligrosos está haciendo que muchos propietarios opten por abandonarlos en lugar de entregarlos. Los centros encargados de recoger estos animales están notando ya los efectos de una ley que pretende controlar la tenencia ilegal, aunque sin medios para albergarlos. Serpientes, iguanas, monos, mapaches y tortugas son los más habituales en las últimas semanas, y esto no ha hecho más que empezar.

El león que los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil encontraron en el interior de una furgoneta en una finca de Álora en julio o los mapaches, serpientes y monos que un hombre arrojó por la ventana de su casa tras apuñalar a su mujer en La Palmilla el mes pasado son sólo algunos ejemplos de la amplia variedad de animales peligrosos que los malagueños eligen tener como mascotas.

Hace sólo dos días que la nueva normativa entró en vigor en Andalucía y son muchos los que quieren deshacerse de sus peculiares animales de compañía cuanto antes por miedo a represalias. El Seprona no para de atender llamadas de ciudadanos que no saben qué hacer con sus mascotas. "Hasta una mujer llamó pidiendo ayuda porque el león de su vecino no le dejaba dormir por las noches", comentaron fuentes del instituto armado.

Aumenta el número de abandonos, aunque el tipo de animales sigue siendo "el de siempre", según el Seprona. Primates, tortugas, hurones, iguanas, serpientes y algún que otro felino. El último fue un tigre que fue encontrado en una casa de Campanillas.

La Sociedad Protectora de Animales de Málaga también ha notado ya este aluvión. Su presidente, José Carlos Cabra, asegura que en los últimos días "hemos recibido cinco llamadas de personas que querían entregarnos sus serpientes, pero les remitimos a la Guardia Civil porque nosotros no podemos hacernos cargo de ese tipo de animales".

El Parque Animal de Torremolinos también está a punto de colgar el cartel de completo. Esta semana ya ha acogido una iguana y una serpiente que aparecieron abandonadas en un jardín por unos desaprensivos dueños.

Pero el presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga, Enrique Moya, advirtió de que "no hay que tener miedo a las multas porque la ley da un plazo de seis meses para legalizar la situación de estos animales".

Todos coinciden en que faltan medios y que se tenía que haber previsto una red de centros especializados para atender a estos animales antes de que la ley entrara en vigor. No se ha hecho y ahora muchos de los que se encargan de recoger y custodiarlos aseguran que no hay sitio para todos.

Manuel Alonso es el dueño del centro de animales Los Naranjos de Alhaurín de la Torre, el único de España de carácter privado que funciona como depósito de los ejemplares intervenidos, y desde que se anunció la entrada en vigor de la nueva normativa ha recibido decenas de llamadas solicitando que se haga cargo de algún animal. "Me están llegando muchos ejemplares y la gente no para de llamar exigiéndome que vaya a recogerlos. Incluso las administraciones no paran de traerme animales a pesar de que no recibo ninguna subvención".

Varias pitones, monos y mapaches han llegado en las últimas semanas a este centro. Pero ya no cabe ni uno más.