Málaga

La venta de aceite de oliva desciende al rozar los diez euros el litro en Málaga

Botellas de aceite en un lineal de supermercado.

Botellas de aceite en un lineal de supermercado. / ANA JIMÉNEZ (Málaga)

Todo son malas noticias en lo referido al aceite de oliva. La exigua cosecha del pasado año, unida a la actual falta de lluvias y a los efectos de la inflación (que, aunque moderada en estos momentos, se sigue dejando notar en los bolsillos de los usuarios), han resultado ser las condiciones propicias para que la salud de este producto, con un papel protagonista si no en todas las casas del país sí en una gran parte, sufra dos reveses que están muy relacionados: una subida de precios considerable y una bajada de la demanda. Una dinámica endiablada que afecta de lleno a los eslabones de la cadena productiva al completo. Y al consumidor. 

En el caso de las grandes superficies el escenario tampoco es demasiado halagüeño. El director general de Maskom, Sergio Cuberos, señala que la venta de este producto en sus tiendas ubicadas en Málaga, específicamente en cuanto virgen extra se refiere, ha decrecido "hasta un 40%", que en este instante comercializan "a 8,50 euros el litro". Un descenso especialmente acusado en lo referente a "las garrafas de 5 litros", que ha venido acompañado de un mayor interés por formatos más económicos como las garrafas de tres litros o las botellas de medio litro, estas últimas "apenas consumidas antes".

Pero también de un resurgir de productos sustitutivos como el aceite de girasol, "a 1,60 euros el litro", y cuya demanda ha aumentado "un 15%" dado que los aceites de menor calidad "son ya tan caros como el propio virgen extra". Con todo, no descarta que, de cara a la próxima campaña, pues el producto que se está comercializando ahora todavía pertenece a la anterior, pueda "llegar a los 10 euros", concluye Cuberos. 

Un escenario alcista que refrenda un sondeo realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que, tras analizar 19 marcas y 10 cadenas de supermercados, denuncia que el valor del oro líquido se ha disparado en el último mes y medio un 15,4%, lo que ha llevado el precio medio de los 8,16 euros a los 9,42, no obstante, indican que alguna marca se sitúa ya por encima de los 12. 

Una garrafa de aceite con una alarma instalada. Una garrafa de aceite con una alarma instalada.

Una garrafa de aceite con una alarma instalada. / ANA JIMÉNEZ (Málaga)

Por su parte, el director general de la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA), Álvaro González, añade que el comportamiento del consumidor "en este momento de incertidumbre" se está caracterizando por "priorizar el precio en detrimento de otras variables como la calidad o la proximidad" y relata que algunas superficies, "por prevención", están instalando alarmas en las botellas. Aunque, asegura, estos hurtos son "residuales"; siendo "más frecuentes" los que tienen por objetivo a los productores porque las cantidades a sustraer "son mucho mayores". 

¿Pero cuándo se torció el asunto? Al respecto, el gerente de la Almazara de Ronda, Juan Rosa, explica que la situación actual "viene de lejos". Ya en la pasada campaña, sólo en su cooperativa, se molturaron “unos dos millones de kilos” de aceituna, mientras que la cifra habitual oscila entre “seis y ocho” e indica que aún es prematuro para saber cómo se darán las cosas este año, sin embargo, las previsiones que manejan no difieren mucho de los sucedido entonces. 

Y eso que "en torno a abril y mayo" el aspecto de los olivos no auguraba una cosecha tan reducida: "Los árboles estaban cargados de flores, pero después llegaron las altas temperaturas y muchas no llegaron a cuajar", infortunio al que es necesario añadir la falta de precipitaciones. El resultado es bien sabido: "No he visto unos precios así en la vida, y llevo más de treinta años en el sector", concluye Rosa. 

El responsable de relaciones corporativas de DCOOP, Esteban Carneros, profundiza en la idea de la sequía y sostiene que la próxima campaña, con la recolección a la vuelta de la esquina, sólo puede salvarse "si empieza a llover como tarde a partir de octubre", y precisa que, además de todo lo anterior, no se pueden olvidar otros gastos derivados para los agricultores como "la subida de los carburantes" o "la falta de mano de obra" también han contribuido a la escalada de precios generalizada. 

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