El administrador del Málaga CF asegura que la candidatura al Mundial habría supuesto "un ERE para 25 trabajadores del club"

El administrador judicial del Málaga CF, José María Muñoz, ha sido una de las voces más esperadas en el Pleno extraordinario celebrado en el Ayuntamiento de Málaga para abordar la renuncia de la ciudad a ser sede del Mundial 2030. En su intervención, ha asegurado que mantener la candidatura habría supuesto un grave perjuicio para el club, con un fuerte impacto económico y laboral. Entre las consecuencias, "un posible ERE para 25 trabajadores", ha señalado, así como unas pérdidas estimadas de entre 5 y 6 millones de euros por temporada si el equipo se hubiese trasladado al estadio Ciudad de Málaga durante las obras de remodelación de La Rosaleda. “Nuestra responsabilidad es proteger al Málaga y garantizar su viabilidad, y ese escenario la ponía en serio riesgo”, ha recalcado.

Muñoz ha detallado que el perjuicio se dividía en dos vertientes: cuantitativa y cualitativa. En el plano económico, ha recordado que desde su llegada el club ha pasado de vender unas 55.000 unidades de merchandising a más de 250.000 al año, gracias al funcionamiento consolidado de la tienda oficial y del museo de La Rosaleda. “Ambos espacios habrían cerrado durante las obras, lo que implicaría una pérdida directa de ingresos muy significativa”, ha advertido. Asimismo, ha señalado que actualmente hay más de 160 empresas vinculadas al club frente a las 60 con las que contaba anteriormente. "Este ecosistema se habría visto comprometido", ha asegurado

En lo operativo, ha explicado que el traslado forzoso al estadio Ciudad de Málaga habría requerido el desplazamiento no solo del primer equipo, sino también del cuerpo técnico, el personal de cocina, gimnasio, administración y otros servicios, que tendrían que haber sido reubicados en la ciudad deportiva. Esto, ha añadido, implicaba “una inversión adicional de millones de euros” para construir nuevas instalaciones, además del impacto logístico.

“Estudiamos el daño que podía causar tanto a nivel de ingresos como a nivel de estructura. El Mundial es un evento atractivo, pero no a cualquier precio”, ha rematado, reiterando que “sí al Mundial, pero nunca a costa de perjudicar al Málaga ni a su afición”.

Las palabras del administrador han sido respaldadas por el alcalde, Francisco de la Torre, quien ha insistido en que uno de los motivos principales de la renuncia fue precisamente evitar ese tipo de consecuencias. “Imaginemos el riesgo que suponía para el Málaga estar en el Mundial si eso significaba pérdidas económicas, bajadas de rendimiento o incluso el descenso de categoría. Hemos actuado con responsabilidad”, ha afirmado. Ha añadido además que “esta ciudad merece un club sólido, en Primera, y con una infraestructura estable y realista”.

En términos similares se ha expresado el concejal de Deportes, Borja Vivas, quien ha concretado que el club habría perdido entre cinco y seis millones de euros por temporada si hubiese tenido que jugar en el estadio alternativo con solo 12.500 localidades. “¿Quién iba a pagar eso? Los malagueños”, ha advertido. También ha revelado que, un día antes del anuncio oficial de la retirada, la Liga de Fútbol Profesional envió un informe alertando de que se ponía en riesgo el límite salarial del club. “Incluso este año ya estamos viendo las consecuencias en los fichajes”, ha dicho. Además, ha apuntado que el cuerpo técnico calculaba que el equipo podría haber perdido entre 14 y 16 puntos por temporada como consecuencia de la mudanza, lo que habría afectado de forma directa a su objetivo de volver a Primera División.