Afenes suspende en Málaga sus programas con el SAS para unas 700 personas con problemas de salud mental
La asociación, con más de 33 años, despide a siete trabajadores ante la "financiación insuficiente" por parte de su Federación
Familiares de pacientes de Málaga piden más inversión en Salud Mental

Unas 700 personas con problemas de salud mental se quedan sin los servicios que les ofrecía la asociación Afenes como parte de programas del SAS. Estos incluían desde acompañamiento al médico, actividades deportivas, salidas terapéuticas, grupos de ayuda mutua y arteterapia en los museos hasta poner a domicilio en zonas rurales la inyección mensual de antipsicóticos. Iniciativas sociosanitarias dirigidas a preservar la salud mental de esos usuarios y ayudar a sus familias.
Pero la Asociación de Familiares y Personas con Problemas de Salud Mental (Afenes) ha tenido que despedir esta semana a siete trabajadores y paralizar los servicios que presta al SAS porque, esgrime, la financiación que recibe es "insuficiente". Una situación que, según denunció su presidenta, Carmen Sibaja, "deja a cientos de personas en absoluto desamparo" y repercute también en sus familiares.
El conflicto de Afenes no es con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) sino con la Federación Salud Mental Andalucía, entidad a la que pertenece. El SAS concede una subvención finalista a la Federación que es la que reparte los fondos entre sus asociaciones. Desde Afenes se critica la distribución entre las distintas provincias y se tacha la financiación que reciben de "desigual e injusta". Un reparto que Sibaja consideró "arbitrario y sin criterios objetivos". Como los fondos son "insuficientes" para sostener los programas que Afenes lleva a cabo para el SAS, la institución malagueña ha optado por despedir a trabajadores sociales, educadores, psicólogos y monitores y suspender temporalmente esos servicios.
Sibajas instó al SAS a tomar cartas en el asunto para que "no nos deje vendidos a una Federación que no reparte según criterios objetivos". Recordó que los programas que llevan a cabo se consensúan con los equipos de Salud Mental del SAS con la meta de la recuperación clínica e inclusión social de los usuarios. "Durante cuatro años hemos intentado una solución consensuada. Lo único que pedíamos era un reparto basado en criterios objetivos como número de personas atendidas, dispersión geográfica, carga asistencial... Pero no se nos ha escuchado y hoy las consecuencias son gravísimas", insistió. Esgrimió que el tipo de reparto heredado de la época de la Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental (Faisem) no se modifica porque a la mayoría de asociaciones "no le interesa que se cambie el escenario". En cambio, aseguró, Afenes -que atiende toda la provincia de Málaga menos la Costa del Sol occidental- resulta infrafinanciada.
Por su parte, la Junta de Andalucía no parece dispuesta a intervenir en el conflicto. La Administración sanitaria recordó que destina recursos económicos a entidades de salud mental para fortalecer el movimiento asociativo y desarrollar actividades para estas personas y sus familias. "Éste es el caso de la Federación Salud Mental Andalucía, que recibe una subvención para atender a personas con salud mental, correspondiendo a dicha federación llevar a cabo el reparto de los fondos recibidos entre las distintas asociaciones que la componen", señaló.
A su vez, la Federación replicó a las críticas señalando que la forma de financiar los programas de las entidades "no obedece a decisiones arbitrarias ni discrecionales". La organización esgrimió que la distribución económica realizada desde la Federación "sigue criterios objetivos y parte de los mismos importes subvencionados por Faisem cuando esta entidad era la encargada de impulsar los recursos del movimiento asociativo andaluz". Incluso señaló que el reparto se hace democráticamente por acuerdo de la junta directiva.
La Federación insistió en que las asociaciones presentan proyectos a la federación, con los que se comprometen a cumplir los objetivos establecidos en el convenio que regula la ejecución del presupuesto asignado. "Este presupuesto no es un reparto libre ni discrecional, sino una subvención finalista, sujeta al desarrollo riguroso de actividades, a la atención efectiva de las personas destinatarias y a un seguimiento técnico y económico exhaustivo", recalcó la organización. Por último, indicó que financiar a Afenes proyectos por un importe superior obligaría a dejar de financiar los de otra asociación y que cada año se aplica de forma proporcional la subida que realiza la Consejería de Salud a todas las entidades.
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