Málaga

El alcalde de Málaga sobre los pisos turísticos en el Centro: "No podemos hacer nada sin la regulación autonómica"

Turistas junto al Teatro Romano de Málaga.

Turistas junto al Teatro Romano de Málaga. / Javier Albiñana (Málaga)

El Ayuntamiento de Málaga admite su impotencia a la hora de frenar el aumento de pisos turísticos en el Centro. El alcalde, Francisco de la Torre, aseguró este martes que, pese a haber intentado poner límites a las viviendas turísticas "no es un tema que esté en nuestras manosmientras no haya una regulación autonómica, que a su vez depende de la nacional y su vez de la articulación europea, no podemos actuar en ese sentido con eficacia". 

El regidor, además, hizo hincapié en esta necesidad de regulación nacional y autonómica en tanto "este es un problema que va creciendo en Málaga y en todas las ciudades grandes europeas". Mal compartido que estuvo en las conversaciones de este lunes entre el propio De la Torre, la secretaria de Estado para el Turismo, Rosana Morillo, y el consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal. Los tres, según el alcalde coincidían en la necesidad de regular activamente esta figura, "con Europa también, pero de manera que no sea nunca negativo, siempre en positivo". 

Esta reflexión del regidor viene al pie de que el número de pisos turísticos en el distrito Centro ya supera al número de habitantes censados, siendo medio centenar más los primeros. A esto hay que añadir que hay poco más de diez pisos de anunciados en este régimen en Airbnb que niños de menos de 16 años registrados a lo largo y ancho del distrito. 

En este sentido, el regidor apuesta por "buscar no sólo los procedimientos autonómicos, sino también actuaciones de nuestra Policía Local e inspecciones de los técnicos de Medio Ambiente, para que estas funcionen correctamente", se extendió De la Torre, que no dejó de repetir que "el mensaje es que hay que esperar a que haya esa regulación a nivel estatal con las autonomías y el estado en coordinación con Europa".

Pese a ello, y a nivel turístico, incide en que desde el Consistorio "tratamos de haya la máxima calidad en ese 'producto', sé que muchos de ellos están instalando ya sonómetros para que haya control, para evitar que se convierta en un elemento de distorsión de la convivencia vecinal".

Pese a los esfuerzos apuntados desde los propietarios de las viviendas turísticas, el alcalde ha continuado su alegato –en la línea que viene siguiendo desde el pasado verano– en favor de los hoteles sobre las viviendas turísticas. "Pero siempre hago una apuesta más por el crecimiento en hoteles que en vivienda turística, porque pienso que se genera más empleo directamente en los hoteles que en la vivienda turística", reincide De la Torre. 

Número clausus en el PGOU

El líder de la oposición, el socialista Dani Pérez, tiene otra propuesta: seguir la línea que ya está llevando Bilbao y poner un número clausus –límite máximo– de viviendas turísticas mediante el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). "Si yo fuera alcalde, lo primero que haría es pedir a la Junta y al Gobierno una tramitación urgente para hacer una moratoria en el número de viviendas turísticas", señala a la vez que apunta que "no se trata de prohibir, sino de regular y estamos viendo a un Paco de la Torre muy laxo y condescendiente con este tema". 

En cuanto al número límite dentro de los límites del propio PGOU de la ciudad, Pérez se muestra inflexible, "si Bilbao lo ha hecho, también se puede hacer en Málaga, ya está bien de eludir la responsabilidad municipal, no podemos estar ni un minuto más sin una regulación que expulsa a los vecinos del centro". 

Si el decano del Colegio de Arquitectos de Málaga, Francisco Sarabia, pedía este lunes medidas "para hacer más amable el Centro a los vecinos" en declaraciones a este medio, Pérez asume que, en estos momentos, "todo ha quedado ya a la pura especulación, el centro de la ciudad se ha quedado en un mero escaparate, con luces pero vacío de vida". 

No es la única medida del candidato, que viene proponiendo en las últimas fechas una moratoria para que las nuevas viviendas en carga "no puedan ser alojamientos turísticos durante 20 años, grandes responsables del aumento de los precios del alquiler y de la creciente gentrificación en los barrios". Esto, lo haría Pérez de la mano con la Junta de Andalucía, como administración con esas competencias.

Otras medidas

Desde el Ayuntamiento ya se propuso a la Junta de Andalucía que las nuevas viviendas turísticas no puedan estar disponibles para alquiler de corta estancia más de tres meses (noventa días) al año, teniendo que quedar el resto del tiempo para su renta en largo plazo. Esta medida que ya se implanta en ciudades como Londres, según fuentes cercanas, se está estudiando por la administración regional, que es la que debe regular este tipo de viviendas. 

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