Los niños andaluces que reflexionen sobre sus derechos y los plasmen tienen premio. Sofía Gúzman, alumna de 6º de primaria del colegio Rafael Alberti, ha sido galardonada por representar el de la vida digna en un dibujo. En la decimosexta edición del certamen, el Defensor de la Infancia y Adolescencia de Andalucía, Jesús Maeztu, ha entregado el premio Así veo mis derechos en la modalidad de dibujo a la alumna por promover el conocimiento sobre los derechos entre el público infantil y adolescente.

Un dibujo como grito de rebeldía

"Tu premio hoy supone un avance". En una conversación previa antes de la entrega de premios, el Defensor ha felicitado a la ganadora por el dibujo que representa el derecho a una vida digna. Sofía ha declarado que la idea le vino por ver el problema de la guerra en las noticias y ha señalado que el conflicto armado le ha suscitado "una reclamación de la dignidad de las personas". Jesús Maeztu ha confesado que "plasmar lo que piensas es un paso, pero ahora hace falta que lo hables", ha aconsejado a la niña.

En el acto han participado Miguel Briones, delegado de Desarrollo Educativo y Formación Profesional y de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía en Málaga; María Paz Flores, concejal de Educación y Fomento del Ayuntamiento de Málaga, y Francisco Javier Lorente, tutor del Colegio Rafael Alberti. La participación para optar al premio consta de dos modalidades: dibujo para Primaria y Educación Especial, y un vídeo para Secundaria y Educación Especial. Cuenta también con la colaboración de organizaciones como Save the Children y Unicef y el apoyo del Consejo de Menores del propio Defensor de la Infancia en Andalucía denominado e-foro.

Dibujo premiado

El Premio de la la Defensoría de la Infancia y Adolescencia de Andalucía supone una invitación directa a los centros educativos de la región para que los niños reflexionen sobre los derechos que les preocupan, al mismo tiempo que fomenta la participación entre iguales para su defensa y protección. Entre estos derechos, se encuentran el de la no discriminación por razón de sexo, religión o cultura; derecho a la alimentación, la educación, la vivienda y la atención médica; derecho a poder participar y tomar decisiones en sus asuntos, y el derecho a la solidaridad, entre otros.

Jesús Maeztu, en una conferencia previa a la entrega del premio, ha confesado que su labor es "que los niños aprendan cómo se abordan los problemas dentro del entorno social, para cuando lleguen a la mayoría de edad estén preparados". La defensoría de la infancia ha resaltado que hay en torno a 500 quejas en relación a temas como la necesidad de una educación especial y problemas con las infraestructuras de los colegios. El Defensor ha insistido en uno de los asuntos que más preocupan entre los niños andaluces: "No tenemos casos de acoso pero si tenemos casos de abusos sexuales en el entorno familiar", ha manifestado.

"Nadie se había fijado antes en los huérfanos de violencia de género, los niños que han asistido al asesinato de una madre necesitan ser acogidos porque es un shock muy fuerte donde la salud mental se ve muy afectada". Según ha informado Maeztu, en Andalucía son 89 los niños en esta situación, y en Málaga entre 4 y 6. "En respuesta del Gobierno de la Junta hemos conseguido una subvención hasta la mayoría de edad de los niños, para que la persona que se encuentre a su cargo tenga una ayuda", ha confirmado. Además, la Fundación Tierra Para Todos está potenciando el tratamiento psicológico de las víctimas. "Estamos elaborado una guía para que la persona que se encarga del niño víctima de un familiar asesinado sepa qué hacer para abordar asuntos como el enfrentamiento judicial, la comparecencia, la patria potestad o la indemnización", ha rematado el Defensor.