Málaga

Un agosto atípico de bienvenidas y reencuentros en el aeropuerto de Málaga

  • La actividad en el aeropuerto de Málaga al inicio del mes más turístico no es la de otros años, con casi la mitad de vuelos

  • En el primer fin de semana de agosto está prevista la llegada de 772 vuelos a Málaga

Un grupo de viajeros en la terminal de llegadas del aeropuerto de Málaga este 1 de agosto.

Un grupo de viajeros en la terminal de llegadas del aeropuerto de Málaga este 1 de agosto. / Marilú Báez (Málaga)

Sentir el abrazo de los suyos, vedado desde hacía seis meses, bien valió un vuelo pagado a precio de oro de la capital de Mauritania hasta París. Desde allí, Juan María pudo regresar a Málaga para reencontrarse con su familia, a la que no veía desde el 21 de enero. Su mujer no pudo evitar el llanto. Hasta el último minuto estuvo Mari Carmen preocupada por el cierre de fronteras. Pero este trabajador de la embajada española en Nuakchot consiguió vencer las restricciones generadas por la pandemia y regresar a casa.

“Para volver a entrar me tengo que hacer una PCR y no voy a poder ir vía Marruecos porque no ha abierto fronteras”, explica Juan María. Asegura que su mayor angustia estos meses ha sido vivir tan lejos una situación de confinamiento como esta. “Allí teníamos toque de queda de 20:00 a 6:00, pero el resto del día se trabajaba con normalidad, no hacía nada más que pensar cómo estarían ellos aquí”, subraya.

Como el suyo, otros 293 vuelos aterrizaron este 1 de agosto en el aeropuerto de Málaga. La mayoría, cargados de turistas buscando tumbarse al sol y alejarse de los malos tragos de estos meses. A bordo también llegaron historias cargadas de emoción.

Interrumpir los besos y las lágrimas de Carolina Sevilla y su madre era un sacrilegio. La joven granadina vive en Londres y desde diciembre no había vuelto a pisar su tierra. “Ha sido todo muy extraño, España estaba categorizada como de bajo riesgo en Reino Unido hasta la semana pasada, que ya impusieron la cuarentena al regreso”, explica.

Una familia se abraza emocionada. Una familia se abraza emocionada.

Una familia se abraza emocionada. / Marilú Báez (Málaga)

“He podido venir porque trabajo desde casa y puedo guardar el encierro”, dice. Pasará en casa 9 días y luego tendrá que estar 14 en Londres sin poder pisar la calle. “Pesaba más volver a ver a la familia que todo lo demás”, confiesa.

Un poco antes Cindy esperaba a que su marido trajese el equipaje para comenzar su quincena de vacaciones en Marbella. Esta holandesa ya ha perdido la cuenta de las veces que ha elegido la Costa del Sol para su descanso veraniego. “Estoy un poco preocupada por el virus, todo el mundo está algo asustado”, asegura. Pero no tanto como para anular su viaje.

Tampoco ha sido suficiente razón para no volar desde San Sebastián un trío de amigas que esperaban reunirse con otras tantas compañeras de la universidad en Málaga. Y desde Santander llegó María con dos amigas para pasar unos cuantos días en Marbella. “No nos da miedo el coronavirus”, reconoce una familia francesa que han elegido también Marbella para descansar y disfrutar durante tres semanas en agosto.

Un conductor recoge a un grupo para su traslado al hotel. Un conductor recoge a un grupo para su traslado al hotel.

Un conductor recoge a un grupo para su traslado al hotel. / Marilú Báez (Málaga)

Con las mascarillas puestas, pero la misma rutina. Los que no tenían a nadie esperando al otro lado de la puerta de la terminal de llegadas, buscaban con la mirada el cartel del personal de transporte que los trasladaría al hotel elegido. “Estamos trabajando un 35 o un 40% con respecto al verano pasado”, dice Francisco Miguel, que espera a una pareja holandesa para llevarlos a Fuengirola.

“Parecía que remontaba la cosa y desde el principio de esta semana, con la cuarentena inglesa, algunas líneas han dejado de volar”, agrega. Un agosto cualquiera de los últimos años podía hacer una media de diez traslados diarios. Este primero de mes tenía programados cinco servicios. “En julio han venido holandeses y belgas, sobre todo, y si están jubilados les da igual tener que estar luego en cuarentena”, agrega el conductor.

Antonio trabaja para la compañía TUI y recoge a unos turistas belgas. La mayoría los lleva a hoteles de la cadena RIU y Globales de Estepona y la costa occidental. “Nerja está que da pena, con muchos hoteles cerrados, por el momento no he tenido traslados allí ni una sola vez”, apunta. “Trabajo hay aunque se nota, estamos a la mitad ahora mismo”, añade.

En este primer fin de semana de agosto está prevista la llegada de 772 vuelos al aeropuerto de Málaga, 618 de ellos internacionales.

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