Una atleta con uniforme y placa

La policía Adela Martínez afina su preparación tras lograr el primer lugar en marcha en los juegos europeos

Adela Martínez.
Adela Martínez.

Su vida discurre entre el atletismo, donde ha cosechado sus mayores éxitos deportivos, y el Cuerpo Nacional de Policía. A Adela Martínez, diplomada en Educación Física, no le bastaba con quemar zapatilla en el tartán y optó por colocarse también el uniforme de agente de la autoridad para velar por el cumplimiento de la ley. Lo hizo con 23 años, hace ya más de una década.

Pero su talento no solo queda reflejado en el día a día con las víctimas de violencia de género a las que atiende la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) para la que trabaja.

Durante la última edición de los Juegos Europeos de Policías y Bomberos en Huelva, la deportista, que representa a la Unión Federal de Policía (UFP) en competición, consiguió el primer puesto en su especialidad, marcha atlética, y en los 5.000 metros lisos. En apenas 15 horas, compitió dos veces. "Fue muy bonito. Tener tan cerca también a Leotoro, mi entrenador, el que me da los consejos, me hacía muy feliz. Yo iba todo el rato riendo y, normalmente, en estas pruebas solo se sufre. Es un circuito cerrado, los jueces te pueden sancionar hasta tres veces y entonces te descalificarían", asegura esta profesional, federada en el Club de Atletismo Independiente Malagueño (CAIM), al que pertenece su mentor, David Amore.

Adela recuerda que con apenas 5 años ya aspiraba a encontrarse algún día a la altura de los mejores atletas.

"Mi madre me decía que no podía estar todo el día en el suelo. Empecé con 8 y no he parado hasta hoy, que tengo 35, salvo en algún momento por anemia", resalta. Su próxima meta es el campeonato del mundo de veteranos al aire libre, que se celebrará en Málaga en 2018, con la intención de recorrer entre 10 y 20 kilómetros. Y para ello se ejercitará en la escuela de alto rendimiento de Portugal siguiendo los mismos patrones que le han permitido subir, entre otros, al podio en el campeonato de Andalucía de Cross y de pista al aire libre.

"Dedico mi vida a entrenar y a la Policía. Si no voy al gimnasio, hago yoga. Practico mucho la meditación. El físico es muy importante, pero también lo psicológico. De cara a una competición, me doy masajes terapéuticos", revela la agente, que no usa medicina convencional sino alternativa y procura aportar a su día a día grandes dosis de tranquilidad.

No es misión sencilla. La funcionaria lleva consigo un teléfono que está operativo las 24 horas del día para dar protección a las 90 mujeres que le han sido asignadas por encontrarse en riesgo de sufrir malos tratos. Y controla, además, cinco dispositivos telemáticos impuestos a agresores con órdenes de alejamiento.

Si el individuo se acerca a su víctima recibe una llamada en la que se le advierte de que debe marcharse del lugar. Algunos colaboran.

Posteriormente, se da aviso a la central, que contacta con la mujer para interesarse por ella. En caso de que esté en peligro, una patrulla se dirige hacia donde se encuentre.

"Hago una serie y miro a ver si me ha llamado alguna de ellas o un compañero. Intento ayudarlas poniendo siempre una nota de humor y tratando de no hacerles ver su sufrimiento sino lo bonita que es la vida. Siempre transmito eso, soy muy positiva. Esto llena mucho y me siento muy orgullosa", reconoce Adela.

stats