Dos autobuses menos, dos horas más en el colegio
Alumnos del CEIP Lope de Vega llegan casi una hora antes y se van una hora y diez después por falta de transporte escolar.
Isabel Orozco recibió el sábado la noticia de que su hijo de diez años llegará a casa del colegio a las cuatro menos veinte de la tarde y sin comer, a pesar de que las clases terminan a las dos. Su pequeño está matriculado en el CEIP Lope de Vega de Coín, el centro que la administración les asignó a pesar de estar a más de dos kilómetros de su domicilio. Por eso, es usuario del transporte escolar. Pero este año, la tijera ha recortado dos autobuses de la ruta, así que los dos que quedan tiene que ir y venir dos veces al centro y ahora hay niños que los recogen a las 7:40 de sus domicilios para entrar en clase a las 9:00. Los que van en el segundo turno no tienen que madrugar tanto pero llegan a sus casas poco antes de las cuatro.
Estos alumnos, al contar con transporte, no eran ni usuarios del comedor ni del aula matinal y los padres temen qué va a pasar con los niños en los ratos que pasan en el colegio antes y después de las clases. Desde la delegación de Educación aseguran que "el alumnado va a estar perfectamente atendido en el aula matinal del colegio, cuyo personal va a ser reforzado en principio con dos monitores más, que se incrementarán a su vez si es necesario".
Sin embargo, ayer fue la propia directora la que se presentó en el centro a las ocho de la mañana para recibir a estos alumnos, que tienen entre 3 y 12 años. "Estos niños accederán al edificio sin problemas, pero no sabemos qué guarda van a tener aquí, si se van a contratar a auxiliares de patio, a monitores de transporte o de aula matinal, o qué va a pasar", explicó la directora del centro Raquel Paneque. "A partir de ahora habrá cien niños que no tienen solicitado aula matinal en el colegio", añadió la directora, que mantuvo ayer una reunión con los padres.
Se realizaron sorteos, se tuvo presente que los hermanos entrasen en el mismo turno y se avisó a los padres de las novedades de los horarios. Los progenitores recibieron con sorpresa la noticia. Isabel Orozco se mostraba ayer preocupada por la situación que afecta a unos doscientos escolares, cincuenta por cada autobús y cada turno. "Nuestra mayor indignación es que eso se nos dijo a última hora y en el comunicado nos explicaron que según vayan surgiendo las incidencias irán poniendo monitores", manifestó ayer esta madre que aseguró que "hoy [por ayer] no había monitores y ha sido la directora la que ha asumido la responsabilidad", añadió Orozco, que también se quejó de que "el colegio está en una zona conflictiva del pueblo" y tan distante de su casa que no es que no quieran sino que no pueden ir andando.
Estos autobuses eran los mismos que recogían a los alumnos del instituto antes de dejar a los de Primaria en el Lope de Vega. Por eso los afectados temen que los de Secundaria tengan que estar en la parada una hora antes que los pequeños, a las 6:40, para coger este transporte. En cuanto a la llegada, supondría que los últimos volverían de clase a las cinco menos veinte de la tarde, también sin comer.
Por el momento, los padres no pudieron ponerse en contacto con el ente público Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE), encargados de contratar a la empresa que realiza este servicio. Tampoco saben si tendrán que pagar el aula matinal, que son 15,40 euros al mes.
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