Economía

Los autónomos aguantan el tipo en Málaga pero otro confinamiento acabaría con sus negocios

  • La reducción de autónomos afiliados en Málaga ha sido mínima pese al coronavirus, aunque un estudio del sector afirma que el 55% cerraría sus puertas si se volviera otra vez a casa

Un autónomo en su negocio de ferretería en Málaga.

Un autónomo en su negocio de ferretería en Málaga. / Javier Albiñana (Málaga)

Los autónomos están sobreviviendo como pueden a los efectos de la pandemia y, de hecho, el número de bajas ha sido mínimo en la provincia de Málaga pese al coronavirus, el cierre de los establecimientos y la pérdida de clientes. No obstante, un nuevo confinamiento sería la puntilla definitiva y más de la mitad de los empresarios podrían cerrar sus negocios. Así se recoge en el último barómetro elaborado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).

Los autónomos viven de sus empresas e intentan aguantar carros y carretas para mantenerse a sí mismos y a sus familias. Los datos son claros. El pasado mes de junio había 119.635 afiliados a la Seguridad Social en Málaga en este régimen, solo 270 menos que en diciembre cuando el coronavirus ni estaba ni se le esperaba. El mayor descenso de afiliados en el semestre se produjo en el segmento de comercio (-584) y actividades inmobiliarias (-158). Sin embargo, hubo un repunte considerable entre los autónomos de la construcción (341) o la hostelería (162) que amortiguaron la caída.

Estos profesionales han mantenido la confianza, pero reconocen que la situación no es nada fácil y temen por el futuro de sus negocios. Según el informe publicado por ATA, con 2.000 encuestas realizadas en toda España, el 47% de los autónomos afirma que seguirá con su actividad, pero señala que no sabe si podrá continuar. Un 9% afirma directamente que va a cerrar pase lo que pase. Si el Covid-19 sigue campando a sus anchas, se disparan los contagios y hay un segundo confinamiento en casa -con el correspondiente cierre de establecimientos- la situación se vuelve más sombría. Un 38% afirma que es posible que tuviera que cerrar su negocio y un 17% destaca claramente que supondría el cierre definitivo de la empresa. Dicho de otra forma, el 55% de los autonómos aseguran que cerrarían o podrían cerrar su establecimiento si toda la población tiene que recluirse de nuevo en casa para evitar la propagación del virus. Un 15% afirma que tendría que reducir el tamaño de su empresa, con la consiguiente pérdida de empleos, para poder continuar. Hay otro 30% que señala que podría seguir sin problemas, de los cuales la mitad porque realizan una actividad considerada esencial y la otra mitad porque podrían aguantar incluso con un segundo confinamiento.

En cualquier caso, nadie sabe a día de hoy si habrá que encerrarse en casa otra vez o no. La realidad, a mediados de julio, es que un 80% de los autónomos afirman que su facturación se ha reducido este año respecto a la del año anterior, siendo la caída más habitual entre un 60 y un 80% de las ventas, lo que dificulta lógicamente la continuidad.

En Málaga había 119.635 autónomos en junio, solo 270 menos que en diciembre

Los negocios siguen vivos porque han tirado de ahorros, porque les han concedido créditos o porque no han sufrido morosidad. En el primero de los casos, un tercio de los autónomos asegura que no han necesitado solicitar financiación (han ido a pulmón, aunque su oxígeno es ahora menor); en el segundo caso, un 24% dice que ha pedido créditos y se lo han concedido sin problemas; y en el tercero un 60% de los profesionales señala que no han tenido problemas de morosidad con entidades públicas o privadas. El 44,7% de autónomos no es actualmente beneficiario de la prestación por cese de actividad extraordinario, frente al 39,7% que tiene exoneradas las cuotas y el 6,3% que continúa percibiendo la prestación.

También han tirado de Ertes. El 53% de los empresarios autónomos han detallado que ha realizado Expedientes Temporales de Regulación de Empleo al 100% de sus plantillas, mientras que un 18% ha despedido personal. No obstante, casi la mitad de los autónomos afirman que han reincorporado a todos sus trabajadores que estaban en el Erte cuando han reiniciado la actividad, mientras que un 24% ha señalado que han vuelto algunos pero no todos.

El 86% de los empresarios cree que la facturación bajará este año entre un 60 y un 80% y el 40% estima que se tardará entre uno año y dos en que la economía se recupere, si bien la mitad confía en mantener su plantilla en este ejercicio. “Los autónomos tienen pocas expectativas para el futuro. Va a haber una pérdida importante de actividad, por lo que reclamamos un escudo de liquidez”, afirma Lorenzo Amor, presidente de ATA, quien celebra el acuerdo de la Unión Europea para la recepción de ayudas a España.

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