Los ayuntamientos de la Costa están tratando de poner al día sus padrones después de que el INE no sólo haya dado de baja de oficio a los extranjeros no comunitarios sin residencia permanente que no habían renovado su inscripción, sino después de que les haya hecho llegar listados con nombres y apellidos de extranjeros de la Unión Europea que figuran en el padrón pero de los que no se tiene noticias desde hace años.

Sólo en Benalmádena y Mijas se detectaron 21.000 residentes comunitarios en estas circunstancias. Mijas ya ha localizado a 6.000, ha dado de baja a 3.000 y está pendiente de ver qué ha ocurrido con otros 5.000. El concejal de Economía y Residentes Extranjeros y portavoz del equipo de gobierno de Mijas, Mario Bravo, admite que el padrón ha sido "un olvidado de la Administración", porque los municipios se ocupaban de cursar las altas pero no las bajas (afectan a los extranjeros, porque entre los nacionales son automáticas al registrarse en otro municipio). La alarma la hizo sonar el INE en los últimos meses del año pasado cuando advirtió a los ayuntamientos que había determinados datos como la edad muchos residentes comunitarios que excedía lo que indicaban las estadísticas. A partir de ahí remitieron listados para que se comprobara qué había pasado con estas personas.

La campaña puesta en marcha por Mijas ha permitido también descubrir muchos residentes que todavía no figuraban en el padrón. El portavoz municipal calcula que al final del año las altas compensarán las bajas que se produzcan y, en todo caso, Mijas, con un 45% extranjeros, mantendrá el estatus de municipio de más de 75.000 habitantes, lo que le da acceso no sólo a las transferencias convencionales del Estado, sino también a participación en los impuestos de IVA, alcohol y tabaco. Sólo por estos conceptos en 2013 las arcas locales ingresarán 4,5 millones de euros más que el año pasado.

Benalmádena, con cerca de 70.000 habitantes y un 20% de residentes procedentes de otros países, inició también el año pasado una campaña para localizar a 7.000 extranjeros de la Unión Europea que figuraban en su padrón pero que no habían manifestado ningún movimiento en años. De esta forma, se ha podido confirmar hasta ahora que 2.500 siguen en el municipio. Los ayuntamientos de la Costa, además, han generalizado políticas que hacen atractivo el empadronamiento a los extranjeros como reducciones en determinados impuestos y especialmente del IBI.