Sin demasiado tráfico comercial, a excepción del crucerístico en temporada alta, el puerto, desde hace algunos meses alberga a tres buques inactivos. Parado desde diciembre de 2010, el mercante griego Arhon, tras vivir una dramática odisea que se iniciaba con su detención por parte de Capitanía Marítima y que finalizaba con su embargo, se mantiene atracado en el espigón pesquero Norte a la espera de que su nuevo armador, que compraba en pública subasta el buque hace unos meses, pueda sacarlo del puerto. Aun con flecos legales referidos a las indemnizaciones de algunos de los tripulantes que llegaron a bordo del barco, la intención del nuevo propietario del mercante pasaría por que éste dejara las aguas malacitanas a remolque con destino a un puerto argelino; lugar donde se repararía y se formalizarían todos los certificados para que este buque pudiera volver a navegar.

Detenido con droga en alta mar por el Servicio de Vigilancia Aduanera, el mercante abanderado en Sierra Leona Mayak quedaba atracado en el muelle siete el 17 de marzo. Inmerso en una polémica judicial que trascendía el ámbito portuario, tras varios cambios de atraque, el barco pasaba al muelle de la desembocadura del río a finales de mayo. Liberado de todo tipo de actuaciones legales y con un nuevo armador, el carguero rebautizado como Santa Maria y con bandera de Tanzania, embarcaba a una nueva tripulación a la espera poder dejar las aguas malacitanas. Según ha podido saber este diario, el mercante saldría remolcado con destino Orán para obtener de una forma más rápida y menos costosa todas sus licencias de navegación.

Con la intención de efectuar la más importante reparación a flote que hasta la fecha se iba a realizar en Málaga, el 17 de mayo atracaba en la terminal de contenedores el buque Repubblica Di Roma. Retrasada la reparación por las gestiones entre compañías aseguradoras, en julio, el buque de bandera italiana era considerado siniestro total. Tras pasar del muelle 7 por el muelle de Levante donde se le realizaba una reparación, el 9 de septiembre el barco volvía a la terminal de contenedores donde desde entonces espera que un remolcador de altura se lo lleve para ser desguazado.