Barrios de Málaga se rebelan contra la "falta de limpieza" en las calles
El alcalde de la capital asegura que "no he oído quejas" cuando ha visitado los distintos distritos
Vecinos de Málaga limpian las aceras como protesta y Porras vuelve a culpar a los ciudadanos de la suciedad en las calles
Las quejas no dejan de multiplicarse. Cada vez más vecinos de distintos barrios de Málaga se suman a las protestas por la “falta de limpieza en las calles”. Pancartas, cubos de fregona e imágenes de residentes remangados baldeando aceras. La escena se repite desde hace días en distintos puntos de la ciudad. El Ayuntamiento de Málaga se enfrenta así a un nuevo foco de presión ciudadana en torno a la limpieza urbana, justo después de que la concejala Teresa Porras lanzara este jueves una dura advertencia contra las asociaciones de vecinos que se manifestaban: “Si siguen mintiendo, pondré una denuncia”.
Porras, responsable del área de Servicios Operativos, defendió el trabajo de la empresa municipal Limasam y acusó a algunos vecinos de contribuir a la suciedad de las calles. Señaló conductas incívicas como no recoger los excrementos de los perros o dejar muebles fuera de los días establecidos, y recalcó que “todos somos responsables” del estado de la ciudad y que "todos los barrios se limpian por igual".
De la Torre defiende la gestión y pide responsabilidad
Un día después, el alcalde Francisco de la Torre ha salido públicamente en defensa del trabajo que realiza Limasam y ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana: “El trabajo que hace nuestra empresa de limpieza es muy bueno, pero los ciudadanos de Málaga también debemos hacer un esfuerzo notable por cuidar la ciudad".
Durante un acto este viernes, De la Torre ha sido preguntado directamente por las protestas vecinales. En su respuesta, quiso destacar el compromiso del personal municipal: “Tenemos un equipo humano comprometido desde la empresa de Limasam, trabajando con esfuerzo tanto en la recogida de residuos como en la limpieza”.
Estas protestas llegan en un momento en el que la gestión del servicio ha cambiado notablemente. En 2020, tras años de conflictos laborales y quejas vecinales similares, el Ayuntamiento decidió rescatar la antigua Limasa, hasta entonces gestionada bajo un modelo mixto público-privado. Con la disolución de la concesión, Limasa pasó a ser una empresa 100% municipal bajo el nombre de Limasam. Desde entonces, la limpieza y recogida de residuos depende íntegramente de la empresa municipal. Una apuesta que el equipo de gobierno sigue defendiendo como el modelo más eficaz para garantizar un servicio estable.
El alcalde ha añadido que siempre escuchan a los vecinos, aunque en sus recorridos por Málaga no ha oido muchas quejas. “Puede haber alguien que me diga ‘tal calle o tal cosa’ y lo transmitimos al área, porque puede ocurrir en algún momento, pero no hay una sensación de diferencias de limpieza entre unas zonas y otras”, ha asegurado
El alcalde también ha apuntado a la necesidad de cumplir con las normas básicas de convivencia urbana: sacar los muebles en los días indicados, no ensuciar lo recién limpiado y adaptar las tareas de limpieza a la sequía que sufre la ciudad. “El baldeo, dentro de un clima que vamos a durar varios meses sin llover, siempre tiene su dificultad”, ha puntualizado.
Protestas crecientes y debate abierto
Lo que comenzaron como unas quejas aisladas en redes sociales se ha transformado en un movimiento vecinal más visible, con acciones autogestionadas de limpieza y demandas públicas de mejora del servicio. La ciudadanía reclama más medios, una mayor frecuencia en la limpieza y una mejor distribución entre distritos.
Vecinos de barrios como Miraflores, Santa Paula, Camino Suárez o Victoria Eugenia han protagonizado estos días distintas protestas: desde la organización de partidas vecinales para limpiar las calles y plazas hasta la colocación de pancartas en puentes y calles principales con mensajes contra la “dejadez municipal”. Incluso el pasado miércoles, un grupo de residentes depositó bolsas de basura frente a las puertas del Ayuntamiento en un gesto simbólico de protesta. Estas acciones buscan denunciar lo que definen como una limpieza “clasista”: mientras el centro y Teatinos reciben mayores recursos, los barrios obreros quedan rezagados.
Mientras tanto, el vecindario sigue organizando nuevas acciones. “Vamos a hacer lo que haga falta" dice Jiménez, del Proyecto de Unidad para Miraflores de los Ángeles. "Perseguiremos al alcalde o a quien sea necesario, pero lo que no vamos a hacer es quedarnos de brazos cruzados esperando que la mierda devore nuestras barriadas”, replicaba.
El problema de las plagas: sin contrato en vigor
A este clima de malestar se suma un nuevo foco de preocupación ciudadana: el control de plagas. Málaga lleva justo un año sin un contrato estable para este servicio, operando con un plan de emergencias sin la cobertura completa, después de que la empresa adjudicataria quebrara en julio de 2024. La consecuencia: barrios enteros denuncian la presencia creciente de ratas, cucarachas, mosquitos y hasta chinches en portales, parques y calles.
Los vecinos se quejan de que las fumigaciones llegan tarde o directamente no se realizan, mientras las plagas se cuelan en viviendas, negocios y zonas escolares. En zonas como La Luz, Miraflores o Ciudad Jardín, algunos residentes relatan episodios diarios con ratas en los contenedores o cucarachas en las aceras, sin que haya un control efectivo.
Solo entre enero y junio de este año, el Ayuntamiento ha recibido más de 2.400 avisos ciudadanos relacionados con plagas, resultando una media de 13 quejas por día. Aunque la concejala de Medio Ambiente insiste en que la ciudad nunca ha estado desatendida, reconoce que el nuevo contrato, que incluye más medios y cobertura, sigue pendiente de adjudicación.
Desde la oposición, el PSOE denuncia que “el contrato está paralizado” y critica la falta de previsión municipal. También cuestiona el modelo de externalización del servicio y la falta de personal suficiente para una tarea esencial de salud pública. Mientras tanto, los vecinos se organizan en aplicaciones de avisos y contratan a empresas privadas para combatir una situación que se ha convertido en un problema cotidiano.
Temas relacionados
No hay comentarios