Las lluvias del miércoles fueron recibidas con los brazos abiertos en Málaga. La situación del campo es alarmante, ya que cada vez están los cultivos más secos y lo único que pueden hacer los agricultores es mirar al cielo y esperar a que las precipitaciones se dejen caer por la provincia. Las últimas han llegado de la mano de la borrasca Aline y han sido muy bien recibidas tanto en la Axarquía como en el Valle de Guadalhorce, puesto que les ha proporcionado un riego y ha refrescado los cultivos.

Con los aguacates y los mangos faltos de agua, estas lluvias han sido “un riego que ha lavado los árboles y las hojas”, según José Campos, presidente de la Junta Central de Usuarios del Sur del Guaro. En este sentido, asegura que gracias a estas precipitaciones van a ahorrarse “un par de días de riego de aguas regeneradas”, que actualmente es su única fuente de agua.

Actualmente, estos regantes tienen acceso a las aguas regeneradas de los terciarios de Torrox (dos hectómetros), los terciarios de Vélez-Málaga (seis hectómetros) y la conexión del terciario de la EDAR del Rincón de la Victoria (tres hectómetros). En unas semanas, también les llegará el agua de la del terciario del Peñón del Cuervo (nueve hectómetros) cuando finalicen las obras. Por lo que en total contarán con 22,5 hectómetros que van para los cultivos de la comarca.

En relación a las lluvias, Campos estima que en la zona podrían haber caído unos 30 litros por metro cuadrado que sirve para darle “un refrescón” a la tierra, pero no para recuperar los acuíferos. En este punto, fuentes cercanas a la directiva de la Asociación Provincia de Regantes de Málaga (Aprema) aseguran que en el Valle del Guadalhorce han podido caer unos 20 litros por metro cuadrado y “da para un rieguecillo”. Eso sí, inciden en que “por algo hay que empezar” porque con la situación que están viviendo “toda agua que caiga del cielo es buena”.

De igual forma, desde Aprema también esperan que estas aguas vayan a más porque, tras las estimaciones que se han hecho en el Comité de Sequía, como no llueva lo suficiente para que se recuperen una parte de los pantanos, no van a tener agua para los cultivos en la próxima temporada de riego. Actualmente, lo acordado es que para este año hidrológico 2023-2024 los regantes del Valle del Guadalhorce dispondrán tan solo de 20 hectómetros de agua, un 50% menos de lo habitual, pero todo depende de las precipitaciones de los próximos meses.

Las lluvias, aunque bien recibidas, tampoco han sido muy abundantes en los pantanos de la provincia. Según la Red HidroSur de la Junta de Andalucía, en los embalses de la Concepción, Casasola, Limonero, Viñuela y Guadalteba se registraron 18,7 litros por metro cuadrado; 17,5 litros; 18,5 litros; 16,3 litros; y 13,8 litros este jueves. Por lo que las reservas de los siete embalses se mantienen en casi el 20% del total. Actualmente, hay 121,4 hectómetros (19,8%) entre todos los pantanos de Málaga. El que se encuentra en una situación más alarmante es el de la Viñuela al 7,8% de su capacidad con 12,8 hectómetros, seguido del embalse del Conde del Guadalhorce con 11,3 hectómetros que está al 17% de su capacidad. Por otro lado, en el pantano de Casasola quedan casi siete hectómetros (30,7%) y en el de Limonero hay algo más de cinco hectómetros (24%). En una mejor situación se encuentra la Concepción con 17,5 hectómetros al 30,5%, junto con el Guadalhorce que alberga 25,3 hectómetros y está al 20,2% de su capacidad. En cambio, la situación es totalmente diferente en el pantano de Guadalteba, ya que en este todavía hay 42,3 hectómetros (27,6%) lo que hace que este embalse sea el que actualmente tiene más reservas de toda la provincia.