Málaga

La calle Larios, un gran tablero para jugar al ajedrez

José Antonio Sánchez, el malagueño que decidió empezar a jugar al ajedrez en calle Larios.

José Antonio Sánchez, el malagueño que decidió empezar a jugar al ajedrez en calle Larios. / Javier Albiñana

La imagen de dos bancos con seis tableros de ajedrez y 12 jugadores a su alrededor en calle Larios se ha convertido en algo habitual todas las semanas. Cada martes y jueves, de manera simultánea niños, adolescentes y adultos se enfrentan unos a otros y se concentran en los movimientos que tienen que hacer para ver quien consigue el jaque mate primero. Esta iniciativa la puso en marcha José Antonio Sánchez, un malagueño, que tras pasar toda su vida en Francia decidió regresar a Málaga y llevar a cabo esta iniciativa para divertirse durante unas horas.

Desde hace tres años, los bancos de piedra de una de las calles más visitadas del centro histórico de Málaga pasan a ser tableros de ajedrez. El que tuvo la idea fue José Antonio Sánchez que nació en la Trinidad, pero ha vivido en Francia toda su vida. Cuando se jubiló tomó la decisión de regresar al sur de España para disfrutar de la ciudad que lo vio nacer. En este sentido, asegura que la idea de colocar tableros de ajedrez no es suya, sino que todo comenzó en La Vieille Bourse, en Lille. Paseando un día por aquella zona vio como un librero colocaba mesas para que cualquiera al que le gustara el ajedrez, pudiera hacerlo libremente. 

Un jugador moviendo el caballo. Un jugador moviendo el caballo.

Un jugador moviendo el caballo. / Javier Albiñana

Unos años más tarde, iba paseando por la calle Larios y se topó con un mochilero que llevaba bajo el brazo un tablero de ajedrez. Se dio cuenta que lo estaba colocando en un banco y para ponerse a jugar con otras personas que pasaban por la vía. Algo en su cabeza cambió en ese momento al ver como una iniciativa que conoció en Francia, también había llegado a Málaga. Por ello, tomó la decisión de comprar sus propios tableros de ajedrez y colocarlos en los bancos de calle Larios, imitando al librero francés y al mochilero.

Y así comenzó todo. José Antonio empezó con dos tableros en febrero de 2020 y después del confinamiento, concretamente en noviembre, tomó la decisión de volver a la calle. Siempre manteniendo la distancia de seguridad. Retomó la actividad con un tablero, pero se dio cuenta de que venía cada vez más gente. Por ello, decidió poner dos y ahora son seis. Su última incorporación fueron unas sillas plegables que él mismo ha comprado para colocarlas y sostiene que “no traigo más porque no tengo más espacio en el carro, sino pondría tableros en otro banco más”.

Los jugadores concentrados en sus partidas. Los jugadores concentrados en sus partidas.

Los jugadores concentrados en sus partidas. / Javier Albiñana

Al principio decidió acudir todos los días, pero con el tiempo lo redujo a dos. Por ello, ahora siempre llega a las 17:00 con su carro repleto de peones, alfiles, caballos, torres, reinas y reyes cada martes y jueves. “Hay días que me bajo del autobús con el carro y se me acercan diferentes personas y me dicen ¿eres el del ajedrez? Venimos a jugar”, cuenta el jubilado. En este punto, apunta que ha hablado con profesionales del ajedrez y muchos les han comentado que “hay un ambiente parecido al de los clubs, pero esto es más social y somos mucho más flexibles con las normas y el tiempo”.

Aficionados de todas las edades y de todo el mundo 

Niños, jóvenes y adultos, no solo españoles sino de todas partes del mundo esperan con alegría cada martes y jueves a jugar al ajedrez. Muchos son habituales, pero otros simplemente están de paso, lo ven y deciden sentarse. “Hay muchos niños a los que les enseño yo”, incide Sánchez, que también cuenta que “hay otros que son incluso más buenos y aunque les haga trampas acaban pillándome y ganándome”. Se podría llegar a decir que esta iniciativa es una actividad más para realizar en Málaga. Cada día Sánchez habla con todos los jugadores nuevos y para romper el hielo señala que “siempre les pregunto de dónde vienen y si son los campeones de ajedrez de su país y así se echan unas risas”.

Uno de los jugadores moviendo el rey. Uno de los jugadores moviendo el rey.

Uno de los jugadores moviendo el rey. / Javier Albiñana

La calle Larios siempre es su lugar de encuentro, pero el Muelle 1 también los ha visto jugar, concretamente en Semana Santa, Feria y Navidad. Eso sí, está seguro que algo que para él era un hobby se ha convertido en un lugar de encuentro multicultural, donde personas de todas partes se encuentran y son “libres, hablan unos con otros y juegan partidas, y hay días que nos lo pasamos tan bien que acabamos yéndonos de madrugada”.  

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