El catedrático republicano canjeado por la hermana de Primo de Rivera en la Guerra Civil, hijo adoptivo de Málaga

Odón de Buen y del Cos, fundador del Instituto Español de Oceanografía en 1914, será Medalla de la Ciudad al retomar el Ayuntamiento un acuerdo de 1936

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Una imagen del catedrático Odón de Buen y del Cos. / J. Vilatobá Fígols (Arxiu Fotogràfic de Barcelona)

El Ayuntamiento de Málaga tenía una deuda pendiente desde 1936 con Odón de Buen y del Cos, fundador del Instituto Español de Oceanografía en 1914. El Consistorio aprobó concederle al catedrático la Medalla de la Ciudad y el nombramiento de hijo adoptivo en un pleno el 31 de enero de ese año. La Guerra Civil empezó aquel verano y esa concesión no llegó a materializarse por su exilio a Francia durante la contienda y su fallecimiento en México en 1945.

La Comisión de Pleno de Economía, Recursos Humanos, Comercio y Contratación del Consistorio ha aprobado este jueves por unanimidad la entrega de la Medalla de la Ciudad de Málaga y el nombramiento de hijo adoptivo a los descendientes del filántropo nacido en Zuera (Zaragoza). La Academia Malagueña de Ciencias solicitó la ejecución de este acuerdo tras recuperar toda la documentación relativa que consta en el Archivo Municipal de Málaga y revisar las antiguas actas del Ayuntamiento.

Se relacionó con Alberto I de Mónaco

La Real Academia de la Historia recuerda en su página web que Odón de Buen y del Cos consiguió que en 1914 se fundara el Instituto Español de Oceanografía, "cuyo objetivo fundamental era el estudio de las condiciones físicas, químicas y biológicas de los mares que bañaban el territorio español, con sus aplicaciones a los problemas de la pesca". Desde el Instituto llevó a cabo numerosas campañas científicas y consiguió relacionarse con los más eminentes oceanógrafos del momento, entre ellos el príncipe Alberto I de Mónaco.

Republicano, anticlerical y espíritu libre

El comienzo de la Guerra Civil, se lee en su biografía de la Real Academia de la Historia y en la de la fundación con su nombre, "le sorprendió en el laboratorio de Palma de Mallorca donde se había trasladado unos días antes". Enseguida fue encarcelado por la autoridad militar, que lo mantuvo preso cerca de un año. Definido como "hombre de paz, filántropo y espíritu libre", el oceanógrafo había cometido el 'delito' de ser "librepensador, republicano y anticlerical" en plena contienda.

Canjeado por la hermana y la hija de Primo de Rivera

El hecho de que su hijo Sadí de Buen, médico que llegó a ser jefe del Servicio Antipalúdico de España, fuera asesinado en Córdoba al comienzo de la contienda debilitó su ánimo y agravó su enfermedad. Sufría cataratas y una fuerte diabetes. Tras numerosas gestiones del Gobierno de la República se consiguió su canje por la hermana y la hija (Pilar) del general Primo de Rivera, amigo suyo desde la niñez. Pasó a Barcelona, donde se le nombró presidente del Consejo Superior de Cultura.

El catedrático estudió la licenciatura en Ciencias, sección de Naturales, en Madrid gracias a becas del estado. El prestigio internacional que fue adquiriendo a lo largo de los años hizo que fuera incluido en los más importantes organismos internacionales de su ramo como la Comisión Internacional para la Exploración Científica del Mediterráneo (1919), la Unión Internacional de Geodesia y Geofísica y el Consejo Internacional de Investigaciones Científicas.

Al acabar la guerra, el catedrático se exilió a la localidad francesa de Banyuls sur Mer. "Contaba en esos momentos 76 años y se encontraba en un ambiente muy distinto al de la casa de Zuera, en donde hubiera querido retirarse, rodeado de los papeles, documentos, cuadernos y libros que en esos momentos no tenía", cuentan desde la Real Academia de Historia. En 1941 se marchó a México donde falleció cuatro años después. Sus restos permanecieron allí durante casi seis décadas hasta que en 2003 fueron depositados en un mausoleo, preparado al efecto, en el cementerio de Zuera, su villa natal.

El presidente de la Diputación General de Aragón, Marcelino Iglesias, y el alcalde de Zuera, Javier Puyuelo, habían hecho entrega mucho antes a la familia, concretamente a sus nietos Jorge y Rafaela, del nombramiento, a título póstumo, de Hijo Predilecto de la Villa. Y ahora, casi 90 años después, lo será también de Málaga.

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