Los Cercanías de Málaga son los más lentos de España

Los trenes de Cercanías de Málaga son los más lentos de toda España. Hasta 23 kilómetros hora más lentos que los que circulan a más velocidad. La velocidad comercial media en el núcelo de la provincia es de 42,3 kilómetros por hora, más bajo, incluso, que el de otras zonas donde su uso es casi residual, como Guipúzcoa.

Así lo indica el último Informe del Observatorio de la Movilidad Metropolitana, un ente que cuenta con el respaldo de los ministerios de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Por hacer una comparativa, en Sevilla o Valencia circulan, de media, por encima de los 57 kilómetros hora o en Madrid cerca de los 50. Sólo se acercan los núcleos de Bizkaia (43 km/h) o Zaragoza (44,3 km/h). Ambos núcleos tienen un número de viajeros anual muy discreto en comparación los 17 millones con los que cuenta Málaga, incluso en el caso de los Cercanías de Aragón sólo tienen seis paradas, como la línea C-2 en la provincia.

Hay que señalar que estos datos no sólo se refieren a la línea C-1 del Cercanías, la que une la capital con Fuengirola, sino que también comprenden la que va hasta Álora.

Pero, ¿qué es la velocidad comercial y a qué se debe que Málaga tenga la más baja? Lluis Sanvicens, consultor de movilidad y transportes con dos décadas de experiencia en el Metro de Málaga y que ahora cuenta con su propia consultora, explica que no tiene por qué tener relación con que el material rodante sea más lento que el del resto del país, "aunque puede que sí".

Lo cierto es que la velocidad comercial se calcula mediante la relación entre la distancia recorrida por los trenes y el tiempo que tarda. "En Fuengirola tiene que recorrer 17 estaciones", dice Sanvicens, "en algunos trampos el recorrido es más corto, pero en otros es más largo". Cuanta más distancia hay entre apeaderos, más velocidad puede alcanzar el tren, "si tiene 3.000 metros entre paradas, puede llegar a 80 kilómetros hora; pero si son 1.000 metros, sólo llegará a los 50 kilómetros", añade. Además de recordar que a esto hay que sumar los tiempos de aceleración y deceleración en al proximidad a los apeaderos.

"En Málaga tenemos lo que yo llamo siempre un Cercanías Metro", afirma Sanvicens, que señala que las primeras paradas están muy próximas unas de otras. "Esto es una cuestión, también de cobertura a la población, podrías tener un Cercanías con tres o cuatro paradas: Aeropuerto, Torremolinos, Benalmádena y Fuengirola, ¿pero a cuánta gente cubriría?", se pregunta.

Pero el de la distancia entre apeaderos no es el único factor, también influye, por ejemplo, los tramos de vía única que tiene la infraestructura, "a veces pasa que un tren tiene que esperar al que viene en dirección contraria, eso también aumenta los tiempos" e influye en la menor capacidad de recuperar los retrasos cuando hay una incidencia.

También la carga del tren, "si el tren va lleno, a lo mejor tiene que estar tres minutos en cada estación, en vez de uno, para que puedan bajar y subir todos los viajeros, estos dos minutos también hace que la velocidad media, al final, se reduzca". Hay que recordar que el núcleo de Málaga, según el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) es el que cuenta con los trenes más llenos en relación con la oferta que pone Renfe sobre las vías. Los 17,1 millones de viajeros en 2024 supusieron un 172% de las plazas ofertadas.

También los que hay que esperar más tiempo

No sólo son los más lentos, también a los que más tiempo hay que esperar entre trenes. Al menos de los grandes núcleos. Sólo Bahía de Cádiz y Zaragoza cuentan con menor frecuencia de paso entre trenes en hora punta. Los de Málaga, según el Observatorio de la Movilidad Metropolitana tienen una frecuencia de paso de 30 minutos en hora punta. Aunque en la línea C1 este tiempo se recorta a los 20 minutos.

Nada comparable a los tiempos de los Cercanías en hora punto en Madrid: 8 minutos. También para estos trenes hacen una media de las distintas líneas. En Barcelona son 12 minutos. En Bizkaia, 17; en Sevilla, 20; en Asturias, 22, y en Valencia, 25. Todos ellos, la mayoría con más líneas que Málaga, con un tiempo de espera menor entre tren y tren.

Bien es cierto que en Málaga la infraestructura no permite aumentar las frecuencias, al menos en su línea más utilizada, la C-1. Para ello sería necesario desdoblar la vía en cerca de un tercio del trazado que aún discurre por vía única. El Gobierno trabaja para que, en unos dos años, se haya duplicado un tramo: el que va del Aeropuerto a Campamento Benítez. La intención, vienen repitiendo, es reducir los tiempos de paso de los 20 minutos actuales a los 15, "o incluso más, si es posible", viene afirmando Óscar Puente, ministro de Transportes.

El problema es que según los informes de Adif incluídos en el propio pliego de licitación de la obra, por sí mismo el desdoblamiento de este tramo no tiene capacidad para reducir la frecuencia de paso. Sólo para ayudar en la descongestión en caso de incidencias. Para esperar menos en el apeadero es necesario duplicar un tramo entre Benalmádena y Fuengirola, con una elevada dificultad técnica. No hay ninguna licitación o anuncio, de momento, al respecto.