"Hay cierta inquietud en los inversores por lo que pueda pasar en Cataluña"

Después de tres años trabajando para recuperar la imagen de un país castigado por los efectos de la crisis, el Alto Comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, considera que en general se han alcanzado los objetivos de notoriedad y reputación de España en el exterior, que supera a la percepción de los propios españoles. En esta tarea, el titular de la Marca España, que ayer asistió en Málaga a un coloquio organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), destaca la contribución del sector turístico de la Costa del Sol como una de las zonas "más acreditadas de Europa". Y sobre el desafío soberanista catalán, con unas elecciones a la vuelta de la esquina, asegura que lo que pasa en Cataluña tiene una "escasa" repercusión fuera, pero reconoce que el proceso se sigue "con cierta inquietud" por parte de los inversores extranjeros, especialmente en el sector inmobiliario y turístico.

-¿Cuál es el prestigio de España ahora en el exterior?

-El prestigio de España, y por tanto de la marca, es buena o muy buena en el mundo, con excepción de tres países que son Venezuela, Argentina y la propia España, donde tiene un simple aprobado. Lo que se valora es su clima, su estilo de vida, su simpatía, el nivel de desarrollo, las infraestructuras, la gastronomía, etcétera. Es un país con muchos valores y atributos.

-Entonces, ¿es mejor la imagen del país fuera que la que hay aquí?

-Eso siempre ha sido así. España es un país que siempre ha gozado de mejor imagen fuera que dentro, y esto se ha acrecentado con la crisis. Los años de la crisis, los españoles han sufrido y se ha asociado a una pérdida de estima sobre su propio país. Lo que hemos observado en el último año es que esa tendencia comienza a cambiar, y hoy se empieza a acercar un poco la valoración que hacemos los españoles a la que hacen los demás. Pero está todavía entre dos y tres puntos por debajo.

-En el caso concreto de Málaga, la Costa del Sol con su potencial turístico, ¿qué aporta?

-En la percepción que hay sobre Málaga fuera de España, existen dos vertientes: una turística y otra industrial. La turística es bien conocida, tiene una de las zonas más acreditadas de Europa como es la Costa del Sol, es un destino universal en todo el mundo. La industrial y tecnológica va apareciendo de manera creciente como un centro de concentración de tecnología y de industria moderna. Finalmente, todavía con poca percepción fuera, pero que va a tener también su peso, Málaga como centro de cultura, como ciudad de museos. Pero eso es incipiente y aún no tiene una presencia muy fuerte.

-¿Qué pasos se deberían ir dando para tener un mayor peso?

-Comunicar. Las imágenes de los países se van construyendo por los comportamientos de los naturales de su país y por los esfuerzos de comunicación. Creo que Málaga va en el buen camino, va tomando estos tres ejes como base para su promoción y lo está haciendo bien.

-¿Qué impacto está teniendo en el exterior todo lo relacionado con Cataluña?

-Sobre España se publican unas 600.000 noticias cada año en los principales países del mundo, de ellas, el 1,7% son sobre Cataluña y más de la mitad se concentra entre septiembre y noviembre, porque es cuando hay acontecimientos en la calle, como la Diada, el referéndum, las elecciones ahora... Digo esto para que se vea que lo que pasa en Cataluña tiene una escasa repercusión fuera. Sí se sigue este proceso que estamos viviendo ahora con interés sobre todo en la prensa económica, ahí si hay una cierta inquietud sobre lo que pueda ocurrir, y consecuentemente, una actitud de esperar y ver por parte de algunos inversores, especialmente en el sector inmobiliario y el turístico.

-Si el 27 de septiembre ganase la lista independentista, ¿podría eso afectar negativamente?

-Es una hipótesis con la que no trabajamos especialmente. Ganar la tesis independentista sería en una consideración democrática que una amplia mayoría del pueblo catalán apoyase eso, una mayoría de escaños muy justita como anticipan los sondeos, sin una mayoría de voto popular no consideramos que pueda legitimar que sigan adelante con el proceso.

-En estos años ¿qué acontecimientos han afectado de forma más negativa a la imagen del país?

-La crisis, sin duda, en el año 2012 había un efecto muy negativo a consecuencia de los desequilibrios económicos y el riesgo de un rescate. Afortunadamente hemos salido de ahí y estamos casi en una situación inversa, y ese tránsito desde el pánico a la expectativa de éxito ha sido reconocido por los demás países, las instituciones, el Fondo Monetario, la OCDE...

-Los casos de corrupción, ¿afectan a la imagen de España?

-Muy poco. Afectan mucho en el interior, porque producen una desafección de los ciudadanos y los contribuyentes con los políticos, lo cual es muy negativo. Pero hay que tener en cuenta que aunque salen muchos casos, casi todos son anteriores. Lo que tenemos es una situación en la cual, afortunadamente, no se detectan casos reales en los últimos dos o tres años, y al mismo tiempo se está aflorando, juzgando y condenando. Es una manera positiva de verlo.

-Y el nacimiento de los nuevos partidos, especialmente Podemos, ¿ha sido positivo?

-Bueno, siempre que sale un partido político genera una expectación que luego tiene que confirmar el paso del tiempo. No hay todavía una valoración y hasta que no pasen las elecciones generales no se podrá decir si esto son flashes o no. Se hicieron más valoraciones sobre Podemos que sobre Ciudadanos, porque Podemos parecía responder a una realidad en varios países europeos. Pero hacer valoraciones ahora es un poco peligroso, hay que dejar pasar el tiempo.

-De cara al futuro, ¿cuáles son los principales retos?

-Lograr que una mayoría de españoles piense que esto es un tema de todos, que la Marca España la construimos todos los días, desde las posiciones más bajas y más alejadas de la política a las más altas. Ese esfuerzo colectivo es el reto más grande.