Málaga

El circo celebra la 'función' más especial: la boda de los trapecistas

  • Es el primer enlace matrimonial celebrado en la capital dentro de una carpa circense · Ambos cónyuges provienen de sendas familias de este mundo del espectáculo

El trapecista se vistió de novio. Otra acróbata, de novia, con su respectivo traje blanco. Y los payasos, el domador de las fieras y demás artistas, de invitados. El Circo Alaska se encuentra en Málaga desde el pasado 5 de noviembre y prolongará su estancia hasta el próximo domingo 15. Pero ayer la función se celebró a puertas cerrada, se casaban dos de los trapecistas. Un hito inaudito en la capital malagueña, pues nunca antes se había celebrado un enlace matrimonial dentro de la carpa de un circo.

Dice la gente de este gremio que aquello es como pueblo. Antes de la boda, el novio, Javier Segura, de 26 años, explicaba que son auto suficientes, como una pequeña urbe. Tienen desde una escuela para los niños, hasta un gimnasio donde entrenar y por supuesto sus propias viviendas. La Iglesia también habilita a realizar celebraciones cristianas bajo la carpa, como ocurrió ayer. Así, el circo cambia de entorno, cada día puede amanecer en un sitio diferente, con distintos vecinos y nuevas estampas. En este contexto se enamoraron Segura, un joven de una de las familias circense más importante de España, con Rosa Ramos, de 24 años, y también de dinastía de artistas.

Hablar de la familia Segura en España es hacerlo del circo. En el país hay censado unos 40 distintos y de la decena de origen nacional, el 80% son de esta saga, según dice. Javier pertenece a la quinta generación de artistas de su familia. A principios del pasado siglo XX, su tatarabuelo inició el camino con un carromato tirado por mulas, recuerda. Más tarde, su abuelo implantó las primeras carpas que llegaban de Norteamérica y después su padre (y tíos), y ahora sus hermanos y primos continúan el negocio familiar. Un día contrataron a unos trapecistas franceses y él se enamoró de Ramos.

El amor surge en el circo como en cualquier otro rincón del mundo. Muchos idilios son entre artistas, éste es un caso. Pero Javier Segura narra capítulos de personas que no tienen nada que ver con este mundo y que han terminado dentro por amor. Como una chica que llegó a domadora de tigres, como su pareja. Otros encuentran el amor fuera y abandonan el barco. "Pero así es la vida, en nuestro caso está en el circo", afirma el joven trapecista.

La novia por la mañana no se dejó ver, como casi cualquier casadera antes del enlace. El novio combinaba nervios e ilusión por contraer matrimonio en la carpa, aunque no dudó en salir temprano a repartir publicidad. Por la tarde el circo se visitó de boda, pero el espectáculo continuará los próximos días.

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