La compra se vuelve ecológica
La normativa que obliga a los supermercados a retirar las bolsas de un solo uso antes de final de año empieza a notarse en las grandes superficies de la capital con una gran acogida de los consumidores
Antes de final de año la cesta de la compra cobrará un matiz ecológico, que aunque obligatorio, está teniendo muy buena acogida entre los malagueños.
Es el caso de Paqui Marín a la que le parece “perfecto” que retiren las bolsas de plástico tradicionales, por unas menos contaminantes y de más duración. Marín asegura, que ahora mismo las utiliza porque se las dan, pero que en el momento que “corten el grifo” se traerá su “carrito o las mallas” que “es como se ha hecho toda la vida”. Comenta que “antes nadie tenía éstas bolsas, y todo el mundo hacíamos la compra estupendamente”.
En el mismo Mercadona que utiliza Marín, hace la compra María del Mar Moreno, quien, desde hace tiempo utiliza el carrito de la compra “por mera comodidad”. “Llevo el agua y esas cosas, y es mucho más cómodo transportarlo aquí que acarrear con las bolsas” explica Moreno. Para ella, el único problema que tendrá cuando retiren éstos envases será que no podrá separar la compra dentro del carrito e “irá todo mezclado”, aunque asegura que ya “inventaré algo”.
Desde la cadena de supermercados Mercadona, aseguran que “no saben exactamente cuándo” llevarán a cabo la sustitución, pero que lo dejan en manos de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), pues es la encargada de coordinar las cadenas de alimentación tales como Supersol o Covirán. Dicha asociación se remite al plan de residuos PNIR, de diciembre de 2008, en el que se establece que cada persona puede ahorrar más de 18.000 bolsas de un solo uso a lo largo de su vida si emplea bolsas reutilizables. Éstas bolsas tardan 400 años en descomponerse y solamente se reciclan un 10% de las 238 que recibe un habitante medio a lo largo del año. Las medidas de actuación que tomarán desde Asedas, circulan en dos vertientes. Una se centra en una amplia oferta de bolsas ecológicas “adaptadas a todos los tipos de consumidores, con necesidades totalmente distintas”. Y la otra , es una campaña de concienciación encaminada tanto a los clientes, como a los propios trabajadores de los hipermercados, a los que se les pedirá que en el trato constante con el consumidor cedan “únicamente las bolsas que estime necesarias”.
En los grandes hipermercados, como Carrefour, ya han empezado a combinar, las bolsas respetuosas con el medio ambiente, con las tradicionales, aunque en Málaga éstas desaparecerán el próximo 15 de noviembre.
En esta cadena realiza su compra María Victoria Ariza, quien trae de casa bolsas de plástico de larga duración. “Me acostumbré cuando estuve viviendo en Alemania y Suiza, porque allí es lo normal” explica Ariza. Aclara que aunque adquirió buenos hábitos en Europa, se malacostumbró rápido, porque “todo el mundo le miraba como un bicho raro cuando traía las bolsas de mi casa y ahora es lo que se va a imponer”. Cree que es “muy positivo que desde el comercio se facilite la labor ecológica”, así como piensa que es mejor dar bolsas de plástico con mayor duración que cajas como daban en Alemania, ya que en el país teutón “la gente vive en casas individuales y no en apartamentos. Hace la compra con el coche y va directo del súper a la cocina”.
Aunque la mayoría se lo toma bastante bien, e incluso consideran que la medida llega tarde, otros, como Francisco Rodríguez, tienen un punto de desconfianza con la misma, porque “si se hace por el medio ambiente me parece genial, pero si lo que hay detrás son otros intereses, la verdad es que no me hace gracia” sentencia
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