Con cortes de agua pese a la riada
Los pozos de Archidona no se han recuperado lo suficiente para que su agua se apta para el consumo humano
Las fuertes lluvias de la pasada semana, además de dejar enormes daños y pérdidas económicas por más de 25 millones de euros, no han tenido todavía beneficios notables sobre la recuperación de los acuíferos. Este hecho hace que las zonas que estaban teniendo problemas con el suministro sigan en una situación muy similar. En concreto, en Archidona, lejos de solucionarse el problema, los daños ocasionados en la vecina localidad de Villanueva del Trabuco han dejado a dos nuevas zonas sin agua, Las Montoras y María Andana.
De momento, según los datos que manejan los responsables del Consistorio archidonés, las lluvias han dejado un crecida de un metro y medio metro en los niveles de agua de los dos pozos de los que se abastece la localidad, aunque esta aportación de agua no sirve todavía para que los niveles de turbidez estén dentro de los establecidos por la legislación vigente, según confirmaron ayer a este periódico desde el Ayuntamiento de Archidona.
No obstante, se mantiene la esperanza de que el agua siga filtrando por la sierra y pueda llegar a resolverse el problema. En este sentido, califican como "crucial" la próxima semana, a la espera de que la porosidad de la sierra próxima a los pozos pueda hacer que suba lo necesario el nivel de los pozos de lo que se abastecen unas 9.000 personas, que siguen sin poder beber el agua que llega a sus grifos y teniendo que recibir al agua embotellada a los repartos gratuitos que se realizan mediante camiones cuba en diferentes puntos del municipio y de las pedanías afectadas.
Mientras tanto, los vecinos de Barranco del Sol (Almogía), que llevan sufriendo cortes desde el pasado mes de agosto, sí que están viendo como se normaliza el servicio. No obstante, achacan este hecho a un incremento del número de camiones cuba que llegan a los depósitos de abastecimiento que a una recuperación de los acuíferos de la zona.
Y mientras el agua causa daños en muchos municipios y sigue sin solucionar los problemas de abastecimiento existentes, sí que ha tenido una cara agradable para el medio ambiente. En concreto, la Laguna de Fuente de Piedra ha recuperado su tradicional imagen y vuelve a ser un pequeño mar en el interior de la provincia.
Durante este año la sequía ha provocado que su nivel de agua bajase tanto que ha provocado que los tradicionales flamencos no se haya prácticamente reproducido en la misma, quedando únicamente un grupo de varios centenares. Ahora, con el agua recuperada y la imagen desértica desaparecida, desde el las inmediaciones del centro de visitantes es posible ver nuevamente la laguna llena y la actividad de las aves acuáticas que en ella habitan. Grupos de flamencos en las aguas, anátidas y vuelos de aves vuelven a ser un atractivo para el visitante que llega en estas fechas a la zona.
De igual modo, las lluvias torrenciales también han conllevado un notable incremento del nivel de agua en los humedales próximos a Campillos, como comprobaban los responsables del programa de observación de aves que se desarrolla en la zona. Incluso ha sido posible ver a numerosos grupos de aves en las pequeñas lagunas que se han formado en las zonas de cultivo anegadas por el agua.
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