Málaga

Los "desleales", al fondo a la izquierda

La dirección del PSOE de Málaga estaba empeñada el martes en que el nuevo portavoz, Enrique Salvo, fuera elegido por unanimidad de todos los concejales del grupo municipal, pero no fue así. Hay quien dice en el partido que ha pasado el tiempo de las unanimidades y que lo lógico es expresar sin pudor opiniones y críticas, por duras que sean.

Así ocurrió el martes. A la cita estaban convocados los 12 concejales del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga y acudieron todos menos la edil Begoña Medina, que estaba de viaje. Esto mermó algo las fuerzas de los críticos, que al final se quedaron en tres. Salvo salió elegido portavoz gracias al voto de ocho de los presentes, pero tres, a veces llamados los "desleales", se opusieron al nombramiento. Son Mari Carmen Sánchez, Luis Navajas y Rafael Granados, secretario de la numerosa agrupación Centro y crítico con la dirección del partido, que lidera Bustinduy. Los tres, casi sin darse cuenta y algo inducidos, se vieron de repente sentados juntos, apiñados, al fondo de la mesa. Lo que plantearon los tres fue un cambio de rumbo en el grupo, otra estrategia que lleve al partido a ganar las próximas municipales en la capital.

Fue un debate intenso y tenso, con reproches duros, la mayoría políticos, algunos personales, lanzados por personas que se conocen muy bien, que trabajan codo a codo desde hace años. La voz cantante la llevaron Bustinduy y Salvo, sobre todo la secretaria provincial. Las críticas llovieron de los dos bandos, no sólo de los "desleales".

Pero ahora, pasada la tormenta nocturna, sí hay unanimidad entre los ediles del PSOE en que hay que cerrar filas alrededor del nuevo portavoz y trabajar para ilusionar a los ciudadanos.

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