La Policía Local de Málaga ha detenido en poco más de un año a un total de 377 personas por delitos de violencia de género y malos tratos en el ámbito familiar y a 64 hombres por incumplir las órdenes de alejamiento de sus parejas que tenían dictadas. La cifra pone de manifiesto que los agentes practicado al menos un arresto al día por este tipo de ilícitos. Los investigadores tienen asignado el seguimiento de un total de 525 casos de violencia de género una vez que en mayo de 2017 se suscribió el acuerdo de adhesión al servicio Viogen por parte del Ayuntamiento y el Grupo de Investigación y Protección (GIP) asumió la competencia de control y seguimiento del cumplimiento de las órdenes de alejamiento impuestas en casos de violencia de género.

En todos los casos de seguimientos, según informaron desde la Policía Local, el contacto agente de Protección-víctima es "continuo", a lo que se suman las labores de vigilancia que los agentes realizan en el entorno privado y laboral de éstas. Al igual que para otras labores policiales que lo hacen recomendable, los agentes del GIP prestan su servicio sin uniformar y con vehículos camuflados, lo que además de ofrecer un efecto disuasorio para el individuo al que le pesa la orden de alejamiento, evita que la víctima sufra una victimización adicional en su entorno diario, haciendo que las labores de vigilancia de su entorno pasen desapercibidas.

Para la más eficaz consecución de esta labor de protección, las víctimas asignadas disponen de un teléfono de contacto con su respectivo agente de protección que se encuentra operativo las 24 horas del día, lo que aporta a la mujer que atraviesa este duro trance vital un apoyo profesional permanente en el caso de que le surja alguna emergencia o necesite realizar alguna consulta. Desde mayo de 2017, los policías que actúan como agentes de protección han realizado 388 acompañamientos o traslados a sede judicial, casas de acogida, servicios sociales municipales u otros organismos, en casos en los que las víctimas lo han solicitado para su seguridad. Respecto a las distintas vicisitudes relacionadas con las víctimas o trámites requeridos desde distintas instancias judiciales se han tramitado un total de 263 informes a distintos juzgados.

La Policía puede actuar de oficio en un caso de violencia de género pero para que la Fiscalía acuse al autor, en caso de que proceda, es necesaria la declaración de, al menos, un testigo, que puede llegar a ser protegido. No son pocas las víctima que, según explicó en una entrevista anterior el subinspector Bautista, jefe del GIP, rehusan aportar su testimonio, pese a tener lesiones compatibles con una agrebradas a vivir en un clima de violencia y anuladas por su maltratador", al punto de que creen que el agresor actúa de esta forma "por su bien" y por el "bienestar de la familia". "Fuera de la casa, el agresor es el el mejor amigo. Algunos imitan comportamientos de sus padres", aseveró el policía.