La fragmentación del voto marca el arranque de la campaña más disputada

La fragmentación del voto marca el arranque de la campaña de las elecciones municipales del 26 de mayo en la provincia de Málaga. Y condiciona de manera clara la futura conformación de los gobiernos municipales tras la cita con las urnas. Lejos de los tiempos en los que el monopolio del electorado de izquierdas o de derechas pertenecía al PSOE y al PP, la pluralidad de nuevos actores que se mueven en estos mismos espectros eleva el grado de incertidumbre de los comicios en el conjunto de los 103 municipios malagueños.

Lo ocurrido en las generales del pasado 28 de abril, en las que el gran damnificado fue el PP, tocado de lleno por la fuga de votantes a Ciudadanos, principalmente, y a Vox, se antoja tendrá traslación a cuanto ocurra dentro de poco más de dos semanas. Pero no sólo afectando a la formación popular, sino también al bloque de izquierdas, cuyo granero está igualmente disperso.

Sirvan de ejemplo Benalmádena, Fuengirola y Mijas, en las que el PSOE, IU, Podemos y Costa del Sol aspiran al mismo perfil de elector, o Málaga capital, una de las plazas en las que IU y Podemos van de la mano, a través de Adelante, pero en la que también entran en liza Málaga Ahora y Podemos Cambiar Málaga. La comparativa se asemeja a lo que le ocurre al centro derecha con PP, Cs y Vox, que coinciden en las grandes plazas electorales.

En buena medida, lo que se prevé pueda ocurrir da una vuelta de tuerca a lo que ya sucedió en 2015, cuando la capacidad cierta de los candidatos a lograr mayorías absolutas se difuminó de manera clara, a excepción de José María García Urbano, en Estepona, y Manuel Barón, en Antequera, ambos alcaldes del PP. El resto de las ciudades requirió de alianzas varias para la conformación de los ejecutivos locales, en muchos de los casos dejando de lado al partido más votado.

La tendencia que dibujan las convocatorias de las autonómicas del 2 de diciembre y las generales, más recientes, causan temor en el seno del PP. Frente al descalabro sucesivo del partido presidido por Elías Bendodo en la provincia, el PSOE se agarra a la ola favorable generada por Pedro Sánchez el 28 de abril en la idea de darle continuidad y aprovechar su tirón en las municipales.

Para contrarrestar esta realidad, en el PP tienen clara la línea a seguir: vender gestión. "Somos la única opción política que se presenta a las urnas con el aval de una buena gestión; lo que haremos será poner de ejemplo de los alcaldes en los municipios donde gobernamos y donde no, destacando el trabajo que se ha hecho en la Diputación", explicaron desde la organización popular.

A estos dos elementos sumaron la labor de "continuidad" que se está haciendo al frente de la Junta. A pesar de la herida dejada por las generales, en el PP ponen de relieve el "buen resultado" logrado por el bloque de centro derecha y confían en que “la buena gestión y el conocimiento de los candidatos” favorezca el crecimiento de la formación.

Los populares huyen de grandes actos y optan por acercar el mensaje de manera directa a los ciudadanos. Sí confirmaron la presencia de Pablo Casado, el presidente nacional del PP, sin definir fecha y emplazamiento, y dejan en suspenso que acudan otros líderes nacionales. Sí será amplia la actividad del presidente provincial y consejero de Presidencia andaluz, Elías Bendodo. "Tiene previsto estar en una cuarta parte de los pueblos, incluyendo las capitales de comarca y Málaga", indicaron.

Ejemplo de la línea de acción contemplada por el PP es la que ya se apunta en la capital de la Costa del Sol, una de las plazas en las que, frente a lo sucedido desde 1999, con cuatro mayorías absolutas y una victoria por minoría en 2015, queda en cuestión la posibilidad de que Francisco de la Torre cuente con los apoyos suficientes para seguir al mando. La estrategia busca alejarse de la marca PP y potencia los logros del regidor. "Es el mejor aval que podemos tener, frente a personas sin apenas experiencia", dijo el coordinador de campaña, Carlos Conde.

La capital es uno de los espacios en los que Ciudadanos tiene depositadas más esperanzas. Sondeos internos apuntan la posibilidad de alcanzar seis ediles, volviendo a ser clave. En la formación vienen subrayando en los últimos días que el papel jugado en el mandato y la responsabilidad mostrada la convierten en "fuerza de referencia".

En el PSOE se apuesta por una campaña "cercana y muy pegada al territorio, con muchos actos diarios en todas las comarcas" y ello combinado con la presencia de líderes europeos, nacionales y regionales, como la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, o el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrel, entre otros. Desde la organización socialista inciden en que se va a hacer una campaña "en positivo", apelando "a una gran movilización para volver a teñir de rojo el mapa de la provincia ante el riesgo que suponen fórmulas de gobierno como la andaluza que incluyen a fuerzas ultras como Vox".

En Vox, la apuesta es la de afrontar una campaña "austera" y con medios limitados. A la espera de confirmar la presencia de líderes nacionales, quieren actos a pequeña escala. "Iremos a mercados, a plazas, nos acercaremos a la gente”, indicaron desde el partido. Y todo ello con la clara idea de "lanzar mensajes directos".

En total son 56 las formaciones o agrupaciones de electores que concurren a las municipales. Las dos únicas siglas que estarán presentes en las papeletas de todas las localidades son las del PSOE y el PP (hay una veintena de pueblos en las que sus vecinos solo podrán optar por una de estas dos formaciones). IU, bien solo o en confluencia con Podemos y otras formaciones, bajo la marca Adelante, concurrirá en más de 60 localidades, mientras que Ciudadanos lo hace en 33 y Vox en 17.