Málaga

Un fallo técnico en un avión con destino a Málaga deja a 240 personas varadas en Barcelona

Pasajeros del vuelo de Wizz Air con destino a Málaga esperan una solución en el aeropuerto de Barcelona.

Pasajeros del vuelo de Wizz Air con destino a Málaga esperan una solución en el aeropuerto de Barcelona. / A. L.

Viajeros que iniciaban sus vacaciones en la Costa del Sol, malagueños que volvían a casa, que tenían una boda o una graduación prevista este fin de semana. En total, 240 personas, pasajeros del vuelo directo entre Viena y Málaga de la compañía Wizz Air, están desde la mañana de este viernes varados en el aeropuerto del Prat, en Barcelona, sin saber cómo ni cuándo van a darles una solución para poder llegar a su destino. 

Cuando quedaba tan sólo media hora para aterrizar en el aeropuerto de Málaga, avisaron por megafonía que debido a una avería tenían que dar la vuelta y dirigirse a Barcelona. Ya en pista, los dejaron tres horas y media esperando dentro del avión sin darles nada de información. Una vez pudieron abandonar la aeronave se dirigieron al aeropuerto y cinco horas más tarde aún seguían aguardando una respuesta de la compañía. La queja generalizada de estos pasajeros es la opacidad de la compañía y la falta de opciones para continuar el viaje.

El profesor de la UMA Álvaro López, que lleva dos meses realizando una estancia de investigación en Viena, es uno de los afectados y relata lo ocurrido. "Salimos de Viena a las 6:05 de la mañana y teníamos previsto llegar a Málaga a las 9:35, era un vuelo directo, pero por un fallo técnico, a la altura Albacete ha girado y ha vuelto a subir para aterrizar en Barcelona", explica Álvaro López. "Imaginamos que en temas aéreos tendrá su lógica, pero no entendemos por qué ir hasta Barcelona cuando Málaga estaba mucho más cerca, Madrid u otros aeropuertos andaluces", agrega. 

En principio, según relata el profesor de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, les comentaron que se iba a reparar en la propia pista y que luego continuarían el trayecto hasta Málaga. "Cuando aterrizamos en Barcelona nos dijeron que no saliéramos del avión, en principio lo iban a reparar ahí mismo, en pista, y continuábamos poco después", apunta este afectado. Pero "a las 9:43 ya estábamos en Barcelona y hasta las 13:16 no hemos empezado a salir del avión", lamenta. 

En esas tres horas y media, además, la compañía tuvo pocas atenciones con el pasaje. De hecho, solo repartieron agua cuando llevaban más de dos horas de paciente espera. "En el vuelo había un bebé que han tenido que cambiar en los asientos", señala López. Y cuando les comentaron que sería inviable tener el avión listo para proseguir la ruta, no había autobuses lanzadera para llevarlos hasta la terminal por motivo de una huelga. Así que otra hora más aguardando. 

"Cuando conseguimos ya el transporte, nos llevaron a la terminal y aquí seguimos dejados por completo, nadie de la compañía ha dado explicaciones. Nos hemos agrupado para informarnos y una responsable de Aena ha estado contactando con la compañía, sorprendida de lo que estaba pasando y de que desde Wizz Air nadie estuviera dando la cara", añade el profesor. 

"Desde las 14:00 nos están diciendo que en media hora o una hora nos confirman cómo regresamos a Málaga, aseguran que están trabajando para ver distintas posibilidades", comenta esta pasajero. Pero el último tren para Málaga salía a las 18:30 y no había plazas para todos. Tampoco en un vuelo de la compañía Vueling que este viernes enlazaba Barcelona con Málaga.

"Compartimos todos la sensación de que están tardado muchísimo en actuar, nos quejamos de la mala gestión del incidente y de la desinformación que estamos sufriendo desde el primer momento, la gente ya está desesperada", apunta Álvaro López. También critica que les hayan dado una vale de 8 euros por persona para comer en el aeropuerto. "Aquí lo más barato es un menú de 10 euros, así que le hemos tenido que poner dinero nosotros", comenta. 

La mayoría, acampados en El Prat, esperan que Wizz Air les ofrezca una solución pronto. Pero otros han tomado la decisión de buscarse una alternativa por su cuenta, aunque no saben si luego podrán reclamar el dinero del nuevo transporte a la compañía. Los que tenían más prisa por regresar han comprado un billete de tren y otros han sacado plaza en un vuelo para primera hora de este sábado. 

"Me han invitado a la graduación de Periodismo porque soy padrino y decidí volar el viernes para aprovechar el fin de semana en casa, a ver si llego a tiempo", explica Álvaro y comenta que uno de sus compañeros de vuelo tenía este viernes una despedida de soltero y una boda el sábado. 

"En el interior del avión no ha habido sensación de peligro, pero sí que tenemos mucho malestar de estar tantas horas aquí tirados y la mala gestión de todo esto. Estamos esperando porque la información es contradictoria y confusa, no sabemos si nos reintegran el coste del viaje si decidimos ir por nuestra cuenta". Aún así, los afectados con más de tres horas de retraso en vuelos de entre 1.500 y 3.000 kilómetros deberán de recibir una compensación de 400 euros. 

A media tarde de este viernes, la compañía ha decidido trasladar a los que se han quedado en el aeropuerto a un hotel a Girona y por la mañana iniciarán el camino de regreso en autobús. Los que han optado por acelerar la vuelta tendrán que realizar una reclamación y no saben si recibirán una parte proporcional o un reintegro íntegro de los costes asociados a este incidente. 

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