Málaga

Una familia malagueña está retenida en Kiev con su hija de ‘vientre de alquiler’

  • El consulado les negó la nacionalidad española a su hija de dos meses

Protesta ante el consulado español de familias atrapadas en Kiev

Protesta ante el consulado español de familias atrapadas en Kiev / M. H. (KIEV)

“La ilusión del nacimiento de mi hija no la hemos tenido, eso ya no lo vamos a recuperar”, dice Pablo. Es el padre de una niña de dos meses nacida por gestación subrogada (conocida popularmente como vientres de alquiler) en Kiev (Ucrania) a la que el consulado no reconoce la nacionalidad española.

El Gobierno dictó una orden por la que ya no se pueden inscribir con nacionalidad española a los menores nacidos por esta técnica de reproducción asistida. Ante esta medida, la Plataforma Apartidista por la Protección de la Infancia Nacida en Georgia y Ucrania (Apingu) escribió una carta abierta a la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, para denunciar el “sufrimiento que está provocando” a las familias que deciden tener hijos con esta técnica. Desde esta organización instan a la vicepresidenta a que “escuche y mire al siglo XXI”.

El abogado que lleva el caso a la familia malagueña, Miguel González Erichsen, de Universal Subrogacy, señaló que se trata de “una regla que el Gobierno se sacó de la mano ilegalmente que contraviene nuestras propias normas para inscribir a bebés nacidos en el extranjero y también la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos”.

La gestación subrogada –la técnica por la que una mujer alquila su vientre para parir un hijo para personas que no pueden tenerlo– está totalmente prohibida en España.

Pablo y Vanessa viajaron el 3 de mayo pasado para recoger a su hija, que nació el 7 de ese mes. Pablo comenta que conocían la difícil situación legislativa, debido a la diferencia de regulación de los países, pero asegura: “El embarazo fue en agosto y en Navidad empezó a haber problemas. Nosotros sabíamos a lo que nos exponíamos, pero ¿qué haces? No íbamos a abandonar a nuestra hija”.

Pablo presentó la documentación del nacimiento de su hija a España el 29 de mayo. La respuesta fue negativa. “Nos dijeron que no la iban a inscribir como española”, cuenta. Al agotar esa vía administrativa, comenzaron a solicitar la partida de nacimiento en Kiev para poder obtener el pasaporte ucraniano y así volver a España.

González Erichsen asegura que “España deniega la nacionalidad a nuestros propios bebés, todo eso amparándose en un prejuicio que existe muy sanguinario y muy irracional contra la gestación subrogada”.

Pablo y Vanessa esperan obtener la documentación necesaria para volver a Málaga dentro de “unas dos semanas”. No obstante, lamentan que “hemos estado más preocupados viendo las noticias y cómo avanzaba la situación que disfrutando del nacimiento de nuestra hija”.

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