- Hoy comienza el Segundo Foro de la Tecnología, Innovación y Conocimiento de América Latina (Tikal), un acto impulsado por la EOI, en Málaga. Se hablará, entre otras cosas, de ciudades inteligentes. ¿Hay ya muchas o se está aún en pañales?

- El concepto smart city es moderno. Málaga fue de las pioneras en nuestro país, aunque luego se han apuntado muchas. Se trata de aplicaciones tecnológicas para facilitar la vida de los ciudadanos y las empresas.

- ¿Están las empresas preparadas para ese reto?

- Hay que formar a la gente para saber utilizar la tecnología. Queda un camino infinito. Aunque se pueda pensar que la tecnología está avanzadísima, yo creo que estamos empezando un mundo nuevo. Todo va a una velocidad impresionante. Hay estudios universitarios que aseguran que la sociedad actual ha avanzando en los dos últimos años más que en las dos últimas décadas y si vamos a ese ritmo vertiginoso, qué va a ser dentro de cinco, diez o veinte años cuando estemos en un mundo nuevo dominado por elementos y conceptos que hoy desconocemos. Hay otro dato que me parece importantísimo. La mayoría de la tecnología que vamos a utilizar dentro de tres años todavía no se ha inventado.

- Da hasta susto. A ver si al final nos vamos a convertir en robots.

- Las personas nunca van a dejar de ser personas y de tener pensamientos, conocimientos y sentimientos. Sí es verdad que generación tras generación, a lo largo de la historia, nunca hemos ido para atrás. Eso que se dice de que cualquier tiempo pasado fue mejor es absolutamente falso. Cualquier tiempo futuro va a ser mejor seguro. Basta con ver cómo un niño de 2 años pasa de manera digital con el dedo sus páginas en una tablet y es incapaz de pasar las páginas en un periódico de papel. Lo que hace es recorrer la página con el dedo a ver si pasa algo y, cuando lo ha hecho dos o tres veces y observa que no ha pasado la página, tira el periódico y vuelve a su tablet. El mundo cambia a una velocidad brutal y no hay más que ver a los niños.

- ¿Somos seres digitales?

- Sí. Hemos dejado ya una sociedad industrial para entrar en una era digital en la que nadie va a poder escapar.

- ¿Ni siquiera aquellos que se autodenominan tecnoresistentes?

- La tecnoresistencia es una palabra preciosa. Es decir que no se va a pasar por el aro y que no se va a tener teléfono móvil, ni aplicaciones, ni nada. Me parece muy bien porque tiene que haber de todo, pero van a quedar fuera de la realidad.

- Volviendo al foro Tikal, se enfoca hacia América Latina. ¿Ve más posibilidades de crecimiento allí para las pymes españolas?

- Tikal es un programa de la EOI con multitud de aristas. Tenemos acuerdos con gobiernos sudamericanos para formación de jóvenes egresados, con universidades, y este foro. También tenemos acuerdos con Marruecos y algunos países europeos. Latinoamérica es un mundo que está en expansión, nos une el idioma, las costumbres y la historia. La idea fundamental es crear una red de conocimiento.

- Ahora está claro que o exportas o lo puedes pasar mal.

- Las empresas que hace años empezaron a apostar por el mercado internacional han soportado la crisis española mucho mejor que otras que solo han mantenido su comercio local.

- ¿Pasa el futuro de las empresas por la exportación y el comercio on line?

- No todas, pero básicamente sí. Se habla del mundo glocal, es decir, que estamos en un mundo global, pero no nos podemos olvidar de que tenemos nuestra mayor parte de negocio en el mercado local. Me parece curioso el ejemplo de McDonalds, que tiene el mismo menú en todos sitios pero un sabor diferente en cada lugar en función del gusto local.

- Hablando de formación, ¿qué se pide en estos momentos a los profesionales para ser contratados?

- Hace unos años se pedía el coeficiente intelectual, es decir, haber sido el mejor de la clase y tener mucho conocimiento. Hace 15 años esto cambió y el conocimiento se daba por hecho. Se empezó a pedir coeficiente emocional: empatía, motivación, relaciones sociales... Ahora se dan por hechas las dos cosas y se piden habilidades del siglo XXI como visión estratégica, capacidad de gestionar la incertidumbre, capacidad de networking, innovación y capacidad de mejora y aprendizaje.

- Y todo eso por 1.000 euros porque los salarios van a la baja.

- Es un problema muy grave porque estamos condenando a generaciones de españoles a unos niveles de vida inferiores a los que han tenido las generaciones anteriores. Tiene que cambiar la relación salario/precio porque la actual no es soportable a largo plazo. La fórmula de "yo cobro tanto haga lo que haga" se va a terminar. Se cobrará en función de lo que se aporte a la empresa.

- ¿No se cuida el talento?

- El talento no abunda. Hay que buscarlo, encontrarlo, mimarlo y atarlo para que no se marche de la empresa. Dejar que se vaya alguien con talento pensando que ya se cogerá a otro es un error. También es un error atarlo de por vida. Es una estupidez. Dicen los americanos que a partir del sexto año ni el empleado aporta nada al puesto, ni el puesto aporta nada al empleado. En España siempre hemos sido más conservadores y decimos que esto ocurre a partir del décimo año. EnEspaña se confunde la experiencia con la antigüedad y no es lo mismo. Hay gente que comete los mismos errores una y otra vez.

- Por último, ¿qué nuevos proyectos tiene EOI en Málaga?

- La EOI lleva dos años gestionando muchos proyectos con Málaga. Destacaría dos, que están relacionados con el funcionamiento de redes y un acuerdo para formar a gestores de sistemas sostenibles junto a Harvard.