Una gran semana para comer de cine

El restaurante Alea, en calle Fajardo, ofrece un menú inspirado en películas con motivo del Festival de Cine · Cordero a lo ‘Juana la loca’, cocochas ‘Todos estamos invitados’ o medallones ‘Entre copas’, algunos platos

Salvador Ruiz (Efe)

Málaga, 22 de abril 2009 - 07:15

El rodaballo con cocochas de la película Todos estamos invitados, el cordero asado a la castellana de la cinta Juana la loca o los medallones de cerdo espolvoreados con trufas negras y puré de patatas con wasabi de Entre copas se ofrecen en el restaurante Alea de Málaga con motivo del Festival de Cine. Y para beber, el cóctel Martini de la película El Camino de los ingleses del malagueño Antonio Banderas, sugerencias de un establecimiento cuya carta se ha impregnado del mundo del celuloide ya que nueve de sus segundos platos –carnes, pastas y pescados– han sido bautizados con los nombres de cintas premiadas en el referido certamen de cine español del pasado año a modo de homenaje.

Así, Tres días de Francisco Javier Gutiérrez, premio Biznaga de Oro al mejor largometraje de la sección oficial en el undécimo Festival de Málaga, es ahora en realidad un solomillo de cerdo y espuma de patata y otra película ha dado su nombre a una corvina del Estrecho de Gibraltar.

Por si fuera poco, estos platos se pueden compartir con actores o integrantes de los equipos de las cintas que compiten a concurso, ya que pueden estar en la mesa de al lado porque los componentes del reparto de las películas o los del jurado almuerzan y cenan, entre otros lugares, en este restaurante, antiguo molino del siglo XVIII ubicado en la céntrica calle Fajardo. “La terraza del local parece un set de cine”, asegura el chef del establecimiento Alea, Carlos Carrizo, que explica que el rodaballo está cocinado a baja temperatura en una sartén con cebolla, setas y cocochas.

Mientras que los fotogramas se suceden compitiendo por el palmarés, el cordero de Juana la loca de Vicente Aranda sale tras un largo tiempo en el horno, aunque “el plato ha sido transformado de acuerdo a la identidad del restaurante” y no se presenta en plato de barro ni es una pierna entera, sino que está deshuesado; con patatas a lo pobre y con un toque “más minimalista”. “Se respeta la esencia del plato, pero dentro de la estética del restaurante”, afirma.

Los medallones de cerdo se inspiran en Entre copas de Alexander Payne y con el Martini buscan el toque local con el que barren para casa, en referencia a que Antonio Banderas es malagueño, según precisa Ricardo Bocanegra, responsable de estas jornadas gastronómicas que se hacen por segundo año.

Entonces el entrecot (de Ávila) al grill con verduras, basado en una escena destacada de Sin reservas, donde Catherine Zeta-Jones interpreta a una chef de un exclusivo restaurante neoyorquino que busca la receta del amor fue una de las estrellas.

Es un trabajo de equipo, ya que mientras unos recaban información, los ingeniosos cocineros encajan el plato en el estilo de cocina del establecimiento y ponen su arte para que otros puedan antes o después de ver una película comer de cine.

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