El gran templo del vino

'Málaga Hoy' inicia una serie de reportajes sobre las empresas con más de 100 años en la provincia · La Bodega Antigua Casa de Guardia es la más antigua y tiene muchos proyectos de futuro

Ángel Recio / Málaga

06 de mayo 2012 - 01:00

Decir que la Bodega Antigua Casa de Guardia es centenaria es quedarse muy corto. Es la empresa más antigua de Málaga y este año cumple 172 aniversarios, a buen seguro, dando vino dulce de la tierra a todo aquel que se quiera acercar por la taberna ubicada en la Alameda Principal. Fue fundada en 1840 pero está más viva que nunca, hasta el punto de que se ha adaptado a los nuevos tiempos y también elabora un tinto u organiza rutas de turismo enológico en su bodega que atraen a multitud de turistas.

La bodega fue creada por el caballero español José de la Guardia y ubicó su primer establecimiento en la calle Ollerías. Poco después decidió abrir una licorería en la calle Compañía donde comercializaba los caldos que él mismo hacía, así como algunos de importación. Dada su condición de caballero, tenía cierta relación de amistad con la reina Isabel II e incluso ésta, en un viaje a Málaga en octubre de 1862, se detuvo durante varios minutos en el expositor de la bodega que De la Guardia colocó en una feria de muestras organizada en el Paseo de Reding para dar a conocer a su Majestad productos locales como el vino, los cereales o las pasas. Esta amistad derivó en que Isabel II le nombró Gobernador de Segovia y De la Guardia decidió irse y vender la compañía.

Fue adquirida por Enrique Navarro, quien unificó la bodega y el despacho de vinos en un mismo local ubicado en calle Atarazanas para, posteriormente, volver a dividirlos e instalar la taberna en la Alameda Principal -su posición actual- y la bodega en la calle Peinado. En 1899 traspasó el negocio a José Ruiz Luque, que fue uno de sus grandes impulsores y que dedicó toda su vida a esta empresa. Falleció en 1932 sin dejar descendencia directa, por lo que el establecimiento fue a parar a manos de su sobrino, José Garijo Ruiz. Era abogado y dudaba entre seguir su carrera de letrado o mantener el negocio familiar. Finalmente optó por la segunda opción y fue decisivo, ya que dio el segundo gran salto de la firma y puso las bases para lo que la Bodega Antigua Casa de Guardia es en la actualidad. En 1964 compró una finca en la carretera de Olías y plantó varias hectáreas de uva Pedro Jiménez y Moscatel, por lo que además de vender vino la bodega también empezaba a producirlo. A lo largo de los años se entró en el Consejo Regulador de Denominación de Origen Málaga, se trasladó la bodega desde la calle Peinado hasta el Lagar de Romerillo en Olías y se realizaron numerosas inversiones en maquinaria.

José Garijo Ruiz falleció en diciembre de 1996 y la empresa quedó repartida entre sus hijos y nietos. Uno de sus hijos, Antonio Garijo Alba, es el que regenta la taberna de la Alameda. Uno de sus nietos, Ignacio Garijo Avilés, es el director comercial y dirige la bodega, por lo que la cuarta generación familiar ya está más que presente en la compañía y será la encargada de darle el tercer empujón a la firma.

Ignacio Garijo explica que son, en total, 15 socios entre primos y hermanos y subraya que "es una responsabilidad muy importante porque es una empresa señera, símbolo de la cultura y la tradición de Málaga". "La gente nos ve como una empresa, pero también como una institución dentro del mundo y la cultura del vino y eso es un orgullo", añade. El 95% de la producción de la bodega es vino dulce y es comercializado en la taberna, principalmente a granel, y en restaurantes y otros establecimientos hosteleros de Málaga de forma embotellada. Solo un 8% de la producción en botella se destina a exportación siendo Dinamarca, Irlanda, Alemania y Holanda sus mercados. "Ahora estamos estudiando la posibilidad de vender nuestro vino en Hong Kong", adelanta Garijo, aunque aún no hay nada cerrado. Este experto indica que el vino dulce de Málaga sigue teniendo muchos adeptos en el extranjero. "En Irlanda están encantados con el Pajarete", afirma entre risas.

El futuro de la bodega depende de no quedarse anclado, por lo que se hace necesario buscar nuevos productos y clientela. Tradicionalmente solo elaboraban vino dulce pero desde hace cuatro años empezaron a producir dulces jóvenes sin envejecimiento y, dada sus características, qué mejor nombre que El Chavea para este caldo. Es vino del año, se embotella a partir de febrero del año siguiente de la vendimia y es de uva Moscatel de Alejandría al 100%. La segunda apuesta ha sido entrar en la denominación de origen Sierras de Málaga gracias a la salida al mercado de su primer tinto. Empezaron en 2011, se llama Chapera -una marca que registró el abuelo de Ignacio Garijo en 1940- y producen entre 1.000 y 1.200 botellas por vendimia distribuidas en cuatro barricas. "Muchos clientes nos demandaban cuando íbamos a las ferias o aquí en Málaga que hiciéramos algún tinto y este ha sido el resultado", comenta.

Desde hace dos años han abierto otra línea de negocio con la organización de rutas enológicas. Hacen pequeños grupos, los llevan a la bodega en Olías, les enseñan el viñedo, el lagar o la casa de labor antiguas y les dan a probar los vinos en una cata. Incluso tienen un servicio de catering para almuerzos o cenas. "El 95% de los que vienen son turistas extranjeros y están encantados porque es una imagen muy bonita", señala Garijo. La Bodega Antigua Casa de Guardia es pasado, presente y futuro de Málaga. En su taberna han bebido y disfrutado de la buena compañía personajes insignes como Gregorio Marañón, el escritor y académico Salvador González Anaya, Salvador Rueda o Antonio Gala, entre muchos otros. Una institución que en 2015 celebrará su 175 cumpleaños.

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