Málaga

La hermana de Sibora, desaparecida en Torremolinos en 2014: "Ojalá siga viva, pero si está muerta queremos saberlo"

A la izquierda, Sibaria, la desaparecida en 2017, y a la derecha la vivienda en la que asesinaron a Paula

A la izquierda, Sibaria, la desaparecida en 2017, y a la derecha la vivienda en la que asesinaron a Paula

El asesinato de Paula ocurrido este miércoles a manos, presuntamente, de la que fue su pareja, un italiano de 45 años, podría dar un giro en la investigación de otro inquietante: la desaparición de Sibora Gagani, una joven albanesa a la que se le perdió en 2014 la pista tras romper con la misma persona que ahora está entre rejas por acabar a cuchilladas con la vida de su ex novia. Las dos, veinteañeras, mantuvieron una relación con Marco G.; ambas, aunque en distintos años, residieron junto a él en Torremolinos. Una de ellas ha muerto apuñalada esta semana; la otra no dejó rastro.

Las vidas de Paula y Sibora ahora se han cruzado con un mismo denominador común, pero también incógnitas que el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional trata de resolver. "Ojalá siga viva, pero si está muerta queremos enterarnos porque llevamos 9 años sin saber nada de ella", reconoce a Málaga Hoy Kseva, hermana de Sibora, que tenía 22 años cuando fue vista por última vez en Torremolinos, donde se había mudado para estar junto a su novio, ahora arrestado. 

La familia de la chica ha hecho un llamamiento para que, si continúa con vida, se ponga en contacto con ellos, y a la vez suplica a la que fue su pareja "que hable sobre ella" y confiese si tiene o no relación con su desaparición. "Si hay malas noticias y Sibora está muerta al menos sabremos qué ha pasado y nos quedaremos tranquilos", apostilla, con resignación, su hermana.

Sibora Gagani -que también utilizaba documentación falsa italiana con el nombre de Simona Faraone- comenzó una relación sentimental con Marco en 2009 en Italia. Allí estuvieron conviviendo. Pero, un año más tarde, siempre según el relato de su familia, él decidió viajar a España, donde ya había residido, para buscar trabajo. Quiso regresar junto a Sibora con la pretensión de "empezar una nueva vida". Ella lo acompañó, aunque por temporadas. 

"Se fue de casa de Marco porque ya no quería estar con él"

Según el testimonio de su hermana, la joven le contó a su madre que quería casarse con Marco, que tiene antecedentes por violencia de género. La pareja se había dado varias oportunidades, hasta que, "en los últimos tres o cuatro meses" previo a la desaparición, decidieron vivir en casas separadas. "Ellos dejaron de ser novios; tenían peleas pero Sibora nunca nos dijo que él la maltratara. Se fue de casa de Marco porque ya no quería estar con él", relata Kseva a este periódico.

En julio de 2014, Sibora dejó de comunicarse con su madre, con la que tenía "contacto a diario". Tampoco ella consiguió volver a localizarla. Su perfil de Facebook fue eliminado y, su teléfono, bloqueado. La familia vivió entonces con la angustia de pensar que la fuga "era parte de su plan para desaparecer y alejarse de Marco", a quien la hermana llegó a llamar para saber dónde podía encontrarla, pero no obtuvo respuestas. Él argumentó que "se pelearon y que ella se fue de casa sin coger nada". En septiembre, la progenitora presentó una denuncia en Italia, por lo que la Policía Nacional comenzó a trabajar con las autoridades del país transalpino, pidiendo incluso la colaboración ciudadana ante la dificultad para encontrar a la joven. Según Kseva, los investigadores acudieron al domicilio de Marco en busca de pistas.

Hace unos tres meses, la hermana tuvo la ocasión de hablar con el padre de Marco, que tiene un taller mecánico en Nettuno, en Roma, donde vive la familia de Siboria. "Le pregunté por casualidad qué pasaba con él y nos dijo que ellos no tenían relación", subraya.

La familia de Sibora pidió ayuda a los medios italianos

La noticia de la desaparición de Sibora, cuya imagen fue difundida por la asociación SOS Desaparecidos, tuvo gran repercusión en Italia en 2014, ya que su familia recurrió tanto a periódicos como a televisiones para tratar de encontrarla. Los medios italianos difundieron en varias ocasiones su llamamiento. Esta semana han vuelto a hacerse eso del caso, relacionando la supuesta fuga con el presunto homicida de Paula. 

La imagen del asesino, además de permitir que una vecina lo localizara horas después del apuñalamiento mortal a pocos metros de la casa donde ocurrió, llegó también a la familia de Sibora Gagani. Fue una compañera de trabajo de la chica, que se dedicaba a la hostelería, la que reenvió inmediatamente la publicación a su madre. Al verlo, la progenitora de la desaparecida tuvo claro que se trataba de la misma persona con la que su hija había mantenido una relación, según relata a este periódico. "Yo no le conozco personalmente, pero si fue capaz de matar a una persona, mi hermana...", arguye con la voz entrecortada. 

El presunto asesino intentó engañar a los vecinos

El asesinato que ha removido el caso de Sibora se produjo este miércoles hacia las 11 y media de la mañana en una vivienda de calle Ginés, en Torremolinos. Vecinos de la zona aseguraron que todo comenzó cuando empezaron a escuchar gritos de auxilio procedentes de uno de los domicilios. Uno de ellos, que reside en el mismo edificio, se acercó hasta la vivienda alarmado por los gritos para intentar averiguar qué ocurría. Tras llamar a la puerta, vio que nadie respondía hasta que “él contestó que estaba bien, le insistió que quería hablar con ella y ya dejó de contestar”. Al salir del edificio para llamar a la Policía, los testigos vieron cómo la pareja de la víctima salía de la vivienda corriendo. Cuando los agentes entraron, la mujer ya había fallecido. La autopsia, que se le practicó ayer, reveló que había sufrido una muerte violenta. Tenía varias puñaladas, al menos tres de ellas en la espalda, y también en las piernas y en las manos, lo que podría indicar que la joven trató de defenderse. 

"Disfrutando de la vida": su último estado

"Disfrutando de la vida". Ese fue el último estado que Paula compartió en WhatsApp mientras disfrutaba de su desayuno favorito: un Cola Cao -aunque tan solo fuera un cacao soluble, que es más barato- y un pitufo de jamón serrano. Era martes, tenía descanso en la cocina de La Tómbola, donde trabajaba, y estaba "radiante". Con el dinero que recibió del bote del lunes por la noche se compró un vestido blanco, unos zapatos y una colonia. A la noche, salió a disfrutar con algunos compañeros de trabajo. 

A la mañana siguiente, sobre las 12:00, el estado de WhatsApp se borró de su perfil. Apenas media hora antes, la que había sido su pareja supuestamente la asesinó a puñaladas en el domicilio que compartían y del que, según fuentes cercanas a la mujer, lo había echado. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios