Málaga

Cuatro de cada diez hoteles de Málaga tiene intención de celebrar la fiesta de Nochevieja

Preparativos de una cena en el hotel Holiday World, en Benalmádena

Preparativos de una cena en el hotel Holiday World, en Benalmádena

Una buena parte de los hoteles de Málaga tiene intención de celebrar el tradicional cotillón de Nochevieja. En concreto, según los datos de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) en el 43% habrá fiesta, en principio, y siempre a expensas de las posibles nuevas restricciones, si las hay, y de que las cancelaciones, que ya se están produciendo, no se disparen. En el 57% restante solo se ofrecerá cena para los alojados y no el cotillón posterior, aunque en muchos casos es así simplemente porque el establecimiento no tiene espacio disponible. La mayoría de los clientes que elijan celebrar la Nochevieja en un hotel serán extranjeros -a diferencia de lo que ocurre el resto de estos días- porque muchos pasan el tránsito de un año a otro lejos de sus familias y prefieren la alternativa del hotel.

"Es muy reseñable que el 43% celebre fiesta con la que está cayendo", afirma Javier Hernández, vicepresidente de Aehcos, quien asegura que en cualquier caso la ocupación en Nochevieja en la provincia será del 65,5%, muy por debajo del 90% de 2019, último año de normalidad, aunque superior al 55% del conjunto de las fiestas navideñas.

Los hoteleros consultados por este periódico aseguran que, pese a que están organizando fiestas, la situación es "muy inestable" y que "lo mismo que hay muchas cancelaciones también hay reservas que compensan; muchos se vienen atrás y otros se animan", afirma Mari Francis Peñarroya, directora de Holiday World, en Benalmádena. "Es una montaña rusa, el mismo día sube y baja la ocupación; a la vez puede haber dos cancelaciones y tres reservas, todo muy extraño", añade Javier González, director del hotel Catalonia Reina Victoria, en Ronda. María Herrero, directora de La Viñuela (entre Vélez y Alhama), alude a dos realidades que chocan entre sí: por un lado, "la gente tiene ganas de celebrar lo que se pueda, con mascarilla y certificado Covid" y, por otro "están a la orden del día los que te llaman y te dicen que ha dado positivo".

En este contexto, los hoteles se están esmerando en proporcionar la máxima seguridad posible con aforos relativamente bajos respecto al espacio disponible y con mesas separadas para cada núcleo familiar. Laura Podaderas, directora de Operaciones del Gran Hotel Miramar, en la capital, afirma que "se ha limitado el aforo a un tercio del salón; si tiene una capacidad para 300 personas, a la fiesta van a ir 100". Esta es una tónica bastante general.

Holiday World acogerá a muchos más, entre 500 y 600, pero distribuidos en tres restaurantes primero y luego en cuatro salones diferentes, cada uno de ellos con música en vivo y animaciones. Por precaución, el hotel ha eliminado el cóctel previo a la cena, que se suele tomar de pie y en grupos, y, además, cuenta con un equipo específico -que ya ha trabajado en bodas- llamado Safe Holiday "que solo se dedica a velar por la seguridad", afirma Peñarroya.

El hotel Catalonia Reina Victoria ha decidido, por ejemplo, limitar las mesas a un máximo de ocho comensales, por lo que si acude un grupo familiar de 12 se tiene que dividir. Y habrá baile, sí, pero se intentará utilizar lo mínimo posible la pista y se habilitarán mesas y sillas altas con espacio alrededor para que los clientes puedan bailar ahí.

Otra diferencia respecto a un año normal es que muchos hoteles -para tener un mayor control- han decidido organizar la fiesta solo para los alojados y excluir a los no clientes, cuando era tradicional que hubiera oferta para ellos. Holiday World no está vendiendo solo cena "en estos momentos"; María Herrero, de La Viñuela, asegura que "la reserva sin habitaciones es inviable" y el Catalonia Reina Victoria también hará la fiesta solo para los que tengan reserva. En la mayoría de los casos, además, se exige que los clientes pasen un mínimo de dos días en el establecimiento.

De los hoteles consultados, solo el Gran Hotel Miramar tiene previsto acoger a no alojados, pero su directora de Operaciones, Laura Podadera, asegura que "en principio está cerrada toda la venta", lo que da a entender que solo las cancelaciones que se puedan producir darán entrada a nuevas solicitudes.

Los preparativos y los cuidados no servirán de mucho si se multiplican los contagios y llegan las restricciones. Como afirma Peñarroya, "cualquier titular puede cambiar una previsión". "Ahora mismo tengo el 70% ocupado pero en la situación en que vivimos se puede caer todo". Por eso una cosa es la intención, lo que se quiere, y otra es la realidad, que cambia día a día. Y ella será la que marque de verdad qué Nochevieja tendrán los hoteles 

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