Unos 20 años llevan las familias reivindicando en el distrito Teatinos-Universidad la construcción de un instituto. Se levantaron cinco nuevos colegios de Infantil y Primaria y un solo centro de Secundaria, el IES Torre Atalaya, que nada más inaugurarse quedó pequeño para tanta demanda. El curso pasado, aunque hubo seis unidades de primero de Secundaria matriculadas en el nuevo instituto, las obras no estuvieron terminadas y los alumnos pasaron el año lectivo entre la residencia de la Universidad Laboral y unas prefabricadas instaladas para el último trimestre. Este lunes, por fin, los estudiantes han estrenado su centro educativo. 

Eso sí, aunque la infraestructura se encuentra finalizada, aún quedan cosas por hacer. "No tienen internet, los temas administrativos aún tienen que resolverse en la Universidad Laboral, solo cuentan con una ordenanza hasta las 15:00, por lo que no se puede poner en marcha el refuerzo educativo por la tarde, tampoco hay iluminación en los patios, ni pizarras digitales, ni aire acondicionado", comenta Gema Pérez, vicepresidenta del AMPA. 

La licencia de primera ocupación la obtuvieron a finales del mes de agosto y se ha tenido que trabajar a contrarreloj. Por ello, la biblioteca aún tiene sus estantes medio vacíos y los laboratorios tampoco cuentan con el material necesario. 

"El edificio está bien, pero le faltan cosas todavía y eso después de llevar más de diez años pidiéndolo y tras un año en prefabricadas", dice Javier, uno de los padres del centro. "Y dentro de tres cursos tenemos el mismo problema, el Bachillerato lo tienen que hacer fuera", agrega. 

Andrés Reche, asesor territorial de la Junta de Distrito 11, indica que las familias pidieron al distrito el calmado del tráfico en las zonas próximas, ya que se trata de vías rápidas de seis carriles sin semáforos ni pasos de peatones elevados. Ya se ha solicitado esta medida al área de Movilidad pero aún no se ha puesto en marcha. 

Los primeros saludos de la jornada inaugural de este lunes.

"Ellos están muy contentos, locos por entrar en su instituto nuevo de Teatinos, y para las familias está mucho más cerca y no tienen que coger autobús, es una gran ventaja", señala María José. Pero esta madre y sus compañeros subraya que "lo debían de haber hecho más grande y que incluyese Bachillerato, porque se queda pequeño nada más empezar". Y todo esto se magnificará cuando los edificios de 13 alturas que se construyen alrededor se habiten. 

Isabel, madre de Javier, en segundo de Secundaria, subraya que el curso pasado "fue un año para olvidar". "Mi hijo entraba a las 8:15 y se tenía que levantar a las 6:15 para coger un autobús una hora antes de empezar las clases, aquí puede venir andando, la organización va a ser mucho más fácil", considera. 

Dentro de tres cursos, si continúan en Bachillerato, tendrán que volver a subir al IES Universidad Laboral, centro al que aún está inscrito el nuevo edificios, ya que es una sección del matriz y comparte todavía la dirección. Lo que muchos padres no entienden es que se haya invertido en hacer un centro que no ofrezca la posibilidad de continuar en la postobligatoria en un distrito en absoluto crecimiento. 

Adiós a las prefabricadas en Torre de Benagalbón

Alumnos inauguran el nuevo centro de Secundaria y Bachillerato.

En Rincón de la Victoria también hubo ayer algo más que reencuentros. Impaciencia por parte de los alumnos que querían ver el centro en el que estudiarían hasta finalizar Bachillerato y felicitaciones de los padres que después de cinco años han conseguido que sus hijos tengan un edificio en el que recibir clases. “Enhorabuena a todos los que habéis luchado por un instituto con paredes”, le decía ayer una madre a Juanma Micheo, el actual presidente del AMPA del IES de Torre de Benagalbón.

A finales de 2017 se licitó la obra pero no estuvo a tiempo el año pasado por lo que los estudiantes tuvieron que instalarse en aulas prefabricadas en el patio del recinto donde se estaba construyendo el edificio. “Claro que estamos contentos, por fin no estamos bajo cuatro latas”, comentaba uno de los alumnos de segundo de Secundaria que esperaba el turno para entrar y conocer el nuevo centro. Éste se ha construido muy cerca del CEIP Josefina Aldecoa donde hicieron la Primaria. Algunos ya conocieron aquí con apenas tres años lo que eran aulas prefabricadas ya que la falta de infraestructuras educativas en Rincón de la Victoria se arrastran desde Infantil y Primaria.

“Lo peor era el calor. Era insoportable cuando llegaba el verano tanto en las aulas como en el patio donde no había sombra”, explicaron un grupo de niñas que también esperaba para conocer el recinto. Ayer entraron de forma escalonada. Los primeros, los profesores que tampoco habían tenido oportunidad de conocer el centro. “En este además vamos a poder disfrutar de un patio y de otras dependencias que no teníamos en las prefabricadas”, añadía otra joven que recordaba que tuvieron que convivir con la obra a escasos metros de los barracones.

El centro tiene cuatro líneas de Secundaria y dos de Bachillerato que todavía no ha arrancado. En total tiene capacidad para 620 alumnos. Se asienta en una parcela de 7.325 metros cuadrados.