Un joven de Málaga tiene que emplear todo su sueldo para comprar una casa

Lorena. 29 años de edad. Sueldo mensual, no llega a los 1.000 euros. Objetivo: comprar una vivienda. Es el perfil de cientos y miles de jóvenes malagueños que tratan de dar un paso más en sus vidas y aspiran a tener en propiedad una casa en la que vivir. Sin embargo, la ilusión por asumir este reto se topa de frente con el lastre que ello supone para sus ya de por sí debilitadas economías. Como en el caso de Lorena (caso real), todos estos jóvenes se ven obligados a destinar la mayor parte de sus retribuciones al pago de una hipoteca, si han tenido la suerte de conseguirla.

Esta realidad, marcada por la sombra de una economía en serias dificultades, queda reflejada de manera fiel en el último informe realizado por el Observatorio Joven de Vivienda en España (Objovi), y relativo al primer trimestre de 2008. El análisis realizado por este organismo pone de relieve la precariedad en la que se hallan aquellos que aspiran a independizarse y adquirir un piso. Escollos que en el caso de la provincia malagueña son aún mayores que en el resto de los territorios de Andalucía y, casi, de España, toda vez que el precio medio de una vivienda cuando se realizó este trabajo rondaba los 235.000 euros.

Los datos hablan por sí solos. Según el estudio del Objovi, en estos momentos un joven que se haya embarcado en la aventura de una hipoteca ha de destinar la práctica totalidad de su sueldo al pago de la misma. En concreto, el 98,9% de la mensualidad, más de tres veces más de lo que, según los especialistas, se debería emplear en este cometido para poder vivir con cierta dignidad, un 30%.

De hecho, estas mismas estimaciones concluyen que una persona de Málaga con entre 18 y 34 años debería cobrar al mes 3.687,90 euros netos para que el pago del crédito no supusiera más del citado 30%. Ello supone que al año las retribuciones deberían ascender a 44.254,84 euros, cifra que equivale a un 121,68% más de lo que en la actualidad puede reunir un hogar joven y un 229,55% más de lo que percibe una persona joven.

La problemática a la que se enfrentan los jóvenes de la provincia es muy superior a la que se produce en otras zonas de Andalucía. Si bien en todos los casos los tipos de interés y el valor del Euríbor son semejantes, en Málaga se añade a estos elementos el alto precio que sigue teniendo la vivienda, a pesar de las bajadas de los últimos meses. De hecho, la diferencia de salario que debería percibir un malagueño con entre 18 y 34 años con respecto al resto de provincias es considerable.

Tras Málaga, se asoma Cádiz, donde el sueldo mensual debería crecer hasta superar levemente los 3.000 euros; Sevilla, con 2.813 euros; Huelva, con 2.803 euros; Almería, con 2.639 euros; Córdoba, con 2.436,56 euros; Granada, con 2.388,89 euros, y Jaén, con 1.749,02 euros.

Pero esta particular posición de liderazgo que tiene Málaga en la comunidad autónoma se extiende al resto del territorio nacional. La provincia es la segunda en España en el porcentaje de los ingresos que tiene que destinar un hogar joven a la compra de una casa, con un 66,5%, por delante de Guipúzcoa, Ceuta, Barcelona, Baleares y Ceuta. Sólo Vizcaya, con un 68,3% está por encima. En cuanto al dinero que aporta una persona joven, es la sexta provincia, con el 98,9%. Este ranking negativo está encabezado de nuevo por Vizcaya (112,2%), Barcelona (104,1%), Guipúzcoa (103,8%), Baleares (101,5%) y Madrid (101,2%).