Tambores, pitidos, gritos y mucha tensión se ha vivido este miércoles en la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga. Allí iniciaron el lunes un encierro indefinido las plantillas de las tres empresas externas concesionarias del servicio de limpieza en la UMA. Las trabajadoras, que llevan diez días de huelga, piden la equiparación salarial al grupo cuatro de la institución académica. 

Un numeroso grupo de personas se ha movilizado durante la mañana en apoyo a las compañeras que estaban encerradas en Derecho. También se había difundido entre grupos de personal de administración y servicio y de profesorado una concentración "en apoyo a los compañeros de ese centro" que están sufriendo las consecuencias de la protesta. 

Con el edificio cerrado para que no aumentasen los manifestantes dentro, algunos han intentado traspasar las puertas empujando a los vigilantes de seguridad, que han intentado reducirlos. Los alumnos, por su parte, llevan tres días obligados a mostrar su documentación para poder acceder a sus clases.

El personal de conserjería y atención al usuario de Derecho ha lanzado un comunicado expresando su respeto al "derecho a la huelga del personal de las subcontratas de limpieza, no pertenecientes a la UMA" pero incidiendo en que "la situación de salubridad e higiene se han vuelto insoportables después de 10 días sin limpiar". 

"Desde el primer día, a la suciedad normal se han ido acumulando la que han provocado los piquetes, tirando papeleras con todo tipo de residuos, escaleras llenas de harina y productos jabonosos pasillos impregnados de líquidos pegajosos, huevos estrellados contra las puertas, cerraduras inutilizadas conpegamento y váteres atorados e incluso aulas llenas de harina", indican en el escrito. 

La protesta, dentro y fuera del centro universitario.

En cuanto al encierro, aseguran que no sólo se ha agravado la situación sino que "parece que nosotrossomos los responsables de sus problemas y las provocaciones son continuas", aseguran. "Tambores,silbatos, alarmas y megáfonos apuntados hacia nuestro servicio y mucha gente en el exterior de la Facultad golpeando los cristales de la conserjería", agregan.

El personal de consejería termina su escrito pidiendo que, antes estas circunstancias que les impiden hacer su trabajo en condiciones óptimas, se cierre la facultad. "Solicitamos que el centro sea cerrado por las nulas condiciones de salubridad y por las situaciones sobrevenidas por el encierro de estas personas, o tomaremos otras medidas porque entendemos que nuestra salud y seguridad están por encima".