Málaga recuerda a García Caparrós: la lucha por la memoria y la verdad 48 años después
Las hermanas del joven malagueño asesinado en la manifestación del 4 de diciembre de 1977, realiza la tradicional ofrenda floral en el lugar donde murió
Las hermanas de García Caparrós, tras acceder a los documentos de su asesinato: "La persona que disparó tiene que salir a la luz, sea como sea"
"A ti, Manolito". Así reza, escrito a mano con rotulador negro junto a un corazón, uno de los ladrillos que hay en la esquina de la Alameda de Colón; la misma en la que una placa recuerda que allí fue asesinado cuando tenía 18 años Manuel José García Caparrós, durante la manifestación por la autonomía de Andalucía el 4 de diciembre de 1977, por un disparo de la Policía Armada. "Lo habrá escrito alguien que lo conocía", dice emocionada su hermana Loli sobre la dedicatoria, porque así, Manolito, es como le llamaban en casa y sus amigos. En ese lugar, este jueves por la mañana se han vuelto a dar cita sus tres hermanas, Loli, Paqui y Puri, nerviosas y con un nudo en el estómago, confiesan, como cada 4 de diciembre, para hacer la tradicional ofrenda floral en memoria del joven malagueño, en el 48 aniversario de su muerte, arropadas por un nutrido grupo de políticos de distinto color -todos menos Vox-, representantes institucionales y algunas de las personas que vivieron aquella histórica movilización en primera persona.
"Me da tanto sentimiento pensar que el 4 de diciembre de 1977 él estuvo tan solito ahí en esa esquina, y hoy mira, tanta compañía como tiene y tanta gente arropando su memoria", ha afirmado Loli, que ha asegurado que tener en su poder las actas de la Comisión de Encuesta que en 1978 investigó lo sucedido es "un pasito más" para conocer la verdad y poder, por fin, "cerrar el círculo" después de 48 años de lucha en los que se han topado con muchas puertas cerradas.
Sobre esos papeles, Loli ha explicado que tienen que estudiar "muy bien" las más de 2.000 páginas que tienen los documentos, y que no es fácil porque el caso de su hermano está mezclado con el de Javier Fernández Quesada -asesinado durante una manifestación en la Universidad de La Laguna, en Tenerife, también en 1977-. "Tenemos que ir identificando uno y otro, y eso tiene que ser un abogado criminalista que se implique y que se ponga y sepa cómo resolver todo esto, todo lo que se habló en esa comisión, los testigos y lo que se investigó", ha detallado.
Además de lo complicado que a ellas les resulta entender el lenguaje jurídico que se emplea en las actas, emocionalmente también aseguran que se han tenido que preparar para empezar a pasar las páginas: "Son muchas testificaciones las que hubo, las declaraciones de mi padre que también estarán ahí, el muchacho que lo cogió aquel día, las últimas palabras que mi hermano dijo en el coche, en el trayecto de ahí para Carlos Haya... y muchos testimonios que tenemos que estar preparadas para escuchar, porque es muy fuerte". También hay una treintena de audios, a los que se tienen que enfrentar de igual modo, y muchas fotografías de aquel día. "Son muchas las cosas que nosotras no sabemos, muchos testigos que dijeron que fue un día normal, que la policía no disparó... tenemos que estar preparadas para todo lo que nos vamos a encontrar ahí, que será muy duro", comenta Loli.
Desenmarañar toda esa información es su propósito ahora, aunque siguen siendo muy conscientes de que los documentos son secretos, no están dispuestas a callarse lo que en ellos averiguen. "Pese a quien pese", aseguran, insistiendo en que el nombre del "asesino" de su hermano tiene que salir a la luz. Son muchas las preguntas que todavía les rondan la cabeza: "¿Por qué no se cogió a esa persona? Si era muy fácil naba más que por la pistola y la bala. Sabían perfectamente quién era. ¿Por qué lo escondieron y quedó impune? ¿Es que mis padres no tenían derecho a saber qué policía mató a su hijo?".
Loli, que también ha afirmado que "esa bala no era para mi hermano, era para Andalucía", ha recordado que su lucha continúa para que sea considerado víctima de terrorismo, para lo que remitieron una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ya les ha respondido indicándoles que no es competente y que redirigía la petición al Ministerio del Interior. La familia espera que les digan algo "en breve", para lo que ellas han remitido también otra nueva misiva al Ministerio. En cualquier caso, es algo que consideran "de justicia", porque "por el simple hecho de llevar una bandera, le dispararon por la espalda".
"Hubo cargas de los 'grises' y escuchamos disparos"
Al homenaje se han acercado también algunas personas que vivieron aquella manifestación. Es el caso de Rosario Santos Segovia, que asegura que se encontraba "a 50 metros" de García Caparrós. Este hombre, que entonces tenía 23 años, ha recordado que la manifestación "era una fiesta, con familias enteras con niños, gente de todos los pueblos...". "Todo iba bien hasta el incidente de la Diputación", comenta, haciendo alusión al hecho de que en los días previos el presidente de la institución provincial se negó a colocar la bandera andaluza y cómo durante la marcha un joven intentó escalar la fachada del edificio para ponerla. "Entonces hubo cargas de los grises", ha dicho, aunque según ha afirmado la manifestación continuó hasta su punto final, un poco más adelante.
"Cuando venía de vuelta, con mi hermana, vimos mucho jaleo, escuchamos disparos, al principio pensamos que eran pelotas de goma, botes de humo, pero vimos que había un remolino de gente y un cuerpo en el suelo", ha relatado. Los días siguientes todo fue "caos", recuerda, sobre todo el 6 por la tarde cuando después de asistir al entierro, en el que él también estuvo, miles de personas bajaron al centro de la ciudad. "Allí nos salió toda la furia, la indignación y el miedo", asegura, exponiendo que hubo "adoquines, coches volcados, autobuses apedreados, escaparates rotos... y un intento muy peligroso de asaltar un cuartel de la Policía que había aquí en la Alameda de Colón". Esto último, según celebra ahora, "por suerte no se llevó a cabo, porque podría haber sido una masacre".
Con cierta emoción cuenta que su bandera siempre fue la andaluza aún cuando "poca gente sabía que era verde y blanca". De hecho, cuenta que la bandera con la que salió aquel 4D de 1977 la tuvo que pedir por encargo en una tienda de la calle Santa María. Ya después, en los días previos, señala que hubo comercios que se hicieron con rollos de tela y vendían "banderas andaluzas por metros". Con esa misma bandera había ido semanas antes a La Rosaleda, donde el Málaga jugaba con el Bilbao. Dice que pensó que si los vascos siempre iban con su ikurriña, él iría con la verdiblanca: "La gente empezaba a mirarme y a reirse, diciéndome que no jugaba el Betis".
Las tres hermanas de García Caparrós han estado arropadas por, entre otros, el coordinador federal de IU, Antonio Maillo; el coordinador general de IU en Andalucía y diputado en el Congreso por Málaga, Toni Valero; el secretario general del Partido Comunista de Andalucía, Ernesto Alba; la coordinadora provincial de IU, Toni Morillas; el secretario político del PCE Málaga, José Miguel López; el cabeza de lista por Málaga de Adelante Andalucía, Luis Rodrigo, y la secretaria de organización de CCOO Málaga, Patricia Laguna. También han acudido al acto el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el delegado de Agricultura de la Junta, Fernando Fernández Tapia-Ruano; el candidato de Podemos a la Junta, Juan Antonio Delgado; el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga, Daniel Pérez, y el secretario general del PSOE de Málaga, Josele Aguilar, entre otros.
El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, ha defendido que García Caparrós fue una víctima del terrorismo, de la "violencia policial contra una persona inocente" que fue a manifestarse. Así, se ha mostrado convencido de que, aunque ahora sólo sea la familia la que tiene el acceso a la documentación, se va a "abrir el camino" para que toda la sociedad conozca "la verdad". Maillo, que ha calificado a las hermanas como "una referencia de la más alta nobleza del pueblo andaluz" en la reivindicación de la memoria de García Caparrós y como símbolo frente a unos tiempos "durísimos" con una "violencia institucionalizada".
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), ha relatado el "drama" que supuso para la familia y para la ciudad aquella muerte, en un día que era de "reivindicación de la autonomía andaluza". Ha considerado que sería "duro y excesivo" calificar a la policía de entonces como "terrorista", ya que él entiende que lo que ocurrió es que "lógicamente no estaba profesionalmente preparada para gestionar una situación difícil como se creó aquella mañana" con la ruptura de la manifestación tras no poder colocar la bandera en la Diputación.
También ha estado, previamente a la llegada de las hermanas con IU, el candidato de Podemos a la Junta, Juan Antonio Delgado, quien ha apostado por reformar el estatuto para blindar los derechos básicos de los ciudadanos, generando una "segunda parte" del autogobierno y "un segundo 4D" en homenaje a García Caparrós.
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