Málaga

Máquinas de aire acondicionado y canaletas en un edificio protegido del Jardín Botánico de la Concepción de Málaga

Máquinas de aire acondicionado y canaletas sobre un edificio protegido en el Jardín Botánico de la Concepción

Máquinas de aire acondicionado y canaletas sobre un edificio protegido en el Jardín Botánico de la Concepción / M. H.

Canaletas de gran extensión y dos máquinas de aire acondicionado sobre la fachada de un edificio protegido, el que fuese la escuela de los trabajadores de la finca en el Jardín Botánico Histórico de la Concepción, es la imagen que ven a diario los visitantes del que es un Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1943. 

"Es como mínimo una falta de delicadeza con el patrimonio", señalan distintas fuentes expertas consultadas por este periódico sobre la ejecución de la reforma, que indican que hace varias décadas se hizo una rehabilitación del edificio, que contó con el visto bueno de la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía –necesario al tratarse de un BIC–, pero que no incluyó la acometida de aire acondicionado, "que seguramente sea necesaria ahora mismo, pero no de esa manera", señalan las mismas fuentes, que aportan distintas soluciones más discretas. 

Este periódico ha consultado al Ayuntamiento de Málaga, que no ha precisado hasta el momento si la misma cuenta con los parabienes de Cultura, necesarios para cualquier modificación al tratarse de un edificio dentro de un BIC, sin obtener respuesta, hasta el cierre de la edición, más allá de que la reforma no es reciente

La hacienda de La Concepción tiene su origen en la unión de varias fincas situadas a orillas del río Guadalmedina, al norte de la ciudad de Málaga. De vocación agrícola, en ellas había cultivos de cereales, olivos, almendros, vides y, sobre todo, cítricos. Sus creadores fueron los marqueses de Casa Loring, Jorge Loring Oyarzábal y Amalia Heredia Livermore, hijos ambos de conocidos empresarios que llegaron a la ciudad en busca de fortuna. Para la creación del jardín contaron con la ayuda de un jardinero francés llamado Jacinto Chamoussent, el cual seleccionó y aclimató plantas exóticas, obteniendo numerosos premios a su labor.

En 1990, la finca fue adquirida por el Ayuntamiento de Málaga por 600 millones de pesetas (3.606.073 €). Tras algunas obras de infraestructura y adecuación, fue abierta al público en 1994 con dos fines principales: conservar y  mejorar el jardín histórico, y constituir en el resto un jardín botánico donde las colecciones de plantas tengan fines didácticos y científicos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios